FILOSOFIESTA

HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA

¿Porqué muestra esa emoción? ¿Adónde irá? ¿De dónde vendrá? ¿Dónde vivirá? ¿Será feliz? ¿Habrá amado alguna vez? ¿Porqué viste de esa forma? ¿Cómo se llamará? ¿Y esos dos son amigos? ¿Estarán enamorados en secreto? ¿ël la mira de manera especial? ¿Es envidia? ¿Porqué llora?¿tendría que consolarla? ¿Qué edad tendrá? ¿importa algo? ¿qué espera en la vida? ¿Qué será de ella?¿De alguna forma lo que hacemos no es prejuzgar a las personas consciente o inconscientemente por su aspecto externo, su manera de andar...? ¿Tendremos algo de razón?

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Respuestas a esta discusión

Esta mañana al despertarme me dijo mi madre que a la salida del colegio no podría recogerme, ya que una amiga suya está enferma en el hospital y debía ir a visitarla.

Transcurrida la manaña en el instituto, me dijiro a la parada del autobús, me siento en el asiento como siempre suelo hacer para esperar la llegada del autobús. Mientras, tengo la mala costumbre de meterme en las de las conversaciones de otras personas, en le sentido de quedarme fijamente sin volver la mirada a otro lado, o incluso me fijo en la forma de actuar que tienen.

Conforme pasan los minutos va llegando más gente a la parada, la mayoría de mi edad y alguna que otra persona que acaba de salir del trabajo. Como siempre, algunoas personas son mas responsables y educadas, y sin embargo, hay otras que van van en grupo de dos o más que llaman la atención.

En este caso, son tres niños riendose continuamente, me paro a pensar el motivo del poqué se rien

tanto, pero llega el autobús y seguidamente me dirijo a la puerta para entrar. Decido sentarme al final del autobús, en un sitio que hay libre, junto a una mujer con traje. Imagino que saldrá de trabajar de una oficina. Pero por mala suerte, los tres niños se colocan en la parte de atrás. Impecciono un poco la gente que va en el autobús por si conozco a alguie, pero no. Así que me asomo a la ventana para ver por el camino que voy todavía, y todo el trayecto que me queda por delante. Veo a una persona regañando a su hijo que está llorando en el suelo tirado. Más aldelante, una mujer de mayor edad paseando a su perro, un perro bastante bonito y cuidado. La mujer lleva una barra de pan en la bolsa, y va cogiendo unos cuantos pelliscos de pan para comerselo. Y pienso, esta mujer deberá estar deseando llegar a su casa y comerse el plato que le está esperando en la mesa, igual que a mí. Y en ese mimos momento me paro a mirar a la mujer que va a mi lado.

La mujer se un poco agobiada hablando por teléfono. No para de decirle a la otra persona con la que se comunica que no tiene tiempo para llevar unos papeles al despacho de su jefe y que necesita más tiempo. Le insiste una y otra vez más que no tiene tiempo. Esto me empieza a poner de los nervios y decido cambiar de postura para mirar a otro lado. Al otro lado, están los niños con sus carcajadas y yo sin saber el motivo que se rien tanto. Me empiezo a agobiar y le cedo el paso a un hombre mayor que había de pie, y no me había dado cuenta antes. Él con todo su respeto me lo agradece.

Me coloco de pie en un lado del autobús, queda menos para que acabe la trayectoria y me vuelvo a asomar por la ventana. Desde aquí se puede ver a los padres de muchos niños esperando la salida del comedor de un colegio.

Pero las risas de los niños me interrumpen el paisaje y me quedo contemplando lo que hacen. En el fondo empiezo a pensar que son beuna gente, y me doy cuenta que se rien de unos videos de graciosos. Son videos que había visto ya hace unos días y la verdad es que a mi también me hacian bastante gracia.

Llego a mi destino y me bajo del autobús. Al llegar a mi casa me siento a comer en la mesa, y le cuento a mis padres el trayecto que he tenido mientras llegaba a casa.

Cuando estas en el coche yo me quedo a lo mejor mirando a la gente y alguna te saluda otra se te quedan mirando a los ojos otras se ríen otras quita la vista y si te fijas si te quedas mirando a un niño o niña pequeña quitan la cara por que les den vergüenza si son mas grandes muchas veces te hacen algo o dicen algo si son adolescentes como nosotros  se ríen entre ellos o se te quedan mirando o te quiñan o hacen cosas y si son tontos o tontas ya hacen cosas que dices que haces, si son ya grandes de 23 para arriba se quedan mirando y no dicen nada y si son abuelillos o abuelillas te saludan desde el cristal.

Si estas en el autobús la mitad de las veces siempre hay alguien mirándote o ves algo fuera y dices que hablaran esos o esas o si ves a alguien que conoces dices a donde ira o de donde vendrá o que hará y te corre la intriga de saberlo eso me ha pasado a mi alguna vez o que vas hablando y escuchas algo y bajas la ventanilla o te quedas fijamente y te ríes si te miran y o te devuelven la sonrisa o nada y si no hacen nada le dices será imbécil que sonrió y me mira con mala cara o se queda mirando o gira la cara eso me da rabia.

También me ha pasado que cuando vas en un autobús o en el coche y vas hablando te vas imaginando cosas y las dices y a lo mejor son inventadas pero bueno por lo menos sacas tema de conversación o ver a dos personas hablar y inventarte tú la conversación de esas dos personas que quien te vea dirá esta está colgada.

Cuando vas en el coche y conoces a alguien que te mira se ríe y tu te ríes o sonríes o al revés y luego le dices cuando te lo encuentras o te la encuentres de que te has reído y te dicen de nada que miro  y me rio a mi me pasa eso si me miran me rio por que soy risueña y odio ir en el coche o en el autobús y que se me queden mirando a los ojos fijamente por que me rio y no puedo o estar en el autobús y quedarte embobada a algo que has visto o mirando a algo por que estas pensando y mirar a otro lado y que halla alguien mirándote cuando estas seria y te miran y tienes que reírte eso me ha pasado a mi.

Otra cosa es cuando estas en el coche ves a alguien y bajas la ventanilla para llamarla o llamarlo por que no te mira o por que quieres enterarte de algo que pasa fuera. En el autobús es que para no aburrirte coges y miras para fuera y siempre veras algo o que te vas a quedar mirando o escuchando o intentando comprender y si esta parado típico de intentar buscar a alguien para decir algo o hacer algo pero en verdad me pongo a pensar y digo yo desde fuera también si pasa un coche o un autobús me quedo mirando pero me da rabia que me miren fijamente o que me miren de arriba abajo eso lo hago yo mirar de arriba abajo a una persona si voy en el coche o en el autobús por que dices me gusta como viste o no me gusta donde se lo habrá comprado cuanto le habrá costado de donde serán.

Ésta es otra de esas experiencias que todos hemos realizado alguna vez a lo largo de nuestra vida. Quizás unos porque de pequeños veían series policíacas en las que el detective con tan sólo mirar a las personas ya lo sabía todo sobre ellas o por esos dibujos animados en los que miraban a la gente con una especie de gafas y les aparecía toda la información sobre ellas. Otros simplemente porque creo que es algo natural, pero creo que aunque a veces nuestras deducciones sean correctas muchas veces nos engañan.
El otro día fui a un lugar en autobús, iba entretenida mirando cosas en el móvil así que no me fijé en nadie. Cuando llegué a aquel sitio había una niña, iba vestida de negro, así en plan gótica o no sé (aunque la ropa realmente molaba en el fondo) y pensé: “Pff, ésta seguro que es de las que busca problemas”, no digo que alguien por ir de negro tenga que ser de ese tipo de personas, es más, yo muchas veces voy de negro, el caso era que daba aquella impresión. Pero todo lo contrario era una persona muy amigable y sociable, con buen rollo.
Después de hacer las cosas para las que había ido a ese lugar, me dirigí a la parada del bus. Estaba allí esperando a que llegase cuando una mujer bastante mayor comenzó a hablarme, me dijo algo parecido a que no salía de casa, sólo lo necesario. Me recordó tanto a mi abuela, pero tanto, pensé quizás tenga ya algunos problemas como los de ella. ¿Estará sola? ¿alguien cuidará de ella? No supe que responderle a ese comentario así que simplemente esbocé una sonrisa, una pequeña sonrisa pero la cual intenté que fuese lo más tierna posible para que la mujer sintiese algo de cariño o de atención.
No tuve tiempo de decirle nada más pues enseguida llegó el autobús y me monté.
No quise sentarme ya que aunque había algunos sitios libres, se estaba subiendo gente mayor a dicho autobús y a mí no me importaba estar de pie 20 minutos.
Durante el trayecto fui disfrutando del paisaje, si es que, qué bonita es mi Granada.
Me fijé en la gente que había dentro del autobús, había una abuelilla con cara de sentirse sola, de necesitar compañía, estuve por decirle algo, pero a parte de que me da cierta vergüenza acercarme, temí que ella se lo tomara a mal o la molestase.
Se subió un chico algo más mayor que yo en el autobús, alguien se había bajado y había dejado un asiento libre y él cuando lo vio me lo ofreció, pero le dije que se sentara él. Seguramente viniese de la universidad, se mostraba más maduro y caballeroso que los chicos de mi colegio.
El autobús paró en el Palacio de Congresos, fuera había un chico sentado mirando el móvil, pensé que seguramente estaría esperando a su novia, quizás ésta vendría de un pueblo o simplemente de otra parte de Granada.
Después el autobús siguió su recorrido, me fijé en una familia, eran un hombre y una mujer con una niña pequeña así que supuse que serían una familia, parecían felices. Me recordaron a mí y a mi familia cuando era pequeña y era con ellos con quienes salía los fines de semana.
Ya me quedaba poco para llegar, en el último trayecto me fijé en una pareja que iba cogida de la mano, se miraban mucho y estaban muy cariñosos, así que supuse que llevarían poco tiempo, quizás unos meses, supongo que el período más bonito de una relación.
Ya llega el final de mi trayecto, supongo que esta experiencia nos enseña que muchas veces nos hacemos primeras impresiones de gente con la que ni hemos hablado, tan sólo por lo que aparentan y que muchas veces esta primera impresión es errónea y que si de verdad queremos conocer a alguien la mejor forma es ésa, conociéndola.

   Esta experiencia pensé será fácil solo tengo que imaginar la vida de personas que vea por la calle o las personas que haya en el mismo autobús que yo, o a gente que va por la calle. Cuando lo dijo pensé al instante esto será muy fácil pues suelo usar mucho el autobús y tengo bastante imaginación, pero casualmente durante un largo periodo de tiempo no he usado el autobús, por lo cual hasta el día de hoy no he podido hacer la experiencia. Pero no sé si solo con este viaje para poder hacer bien la experiencia.

   Primer viaje: Nada más sentarme vi a un señor que estaba frente a mí cuando lo vi parecía enfadado y justo tras un momento mira a mi hermano como si lo estuviera inspeccionando, tras esto pensé ha podido tener un mal día en el trabajo pero no tienes por qué mirar así a la gente, y así hizo lo mismo con la siguiente persona que paso cerca de su asiento, esa persona se sentó en el asiento de la derecha de la puerta, acababa de sacar unos apuntes por lo cual supuse que era una universitaria que estaba repasando el examen que tenía en ese momento, nos acercábamos al palacio de congresos y mire al señor de antes y esta vez lo vi preocupado como si tuviera que dar una mala noticia a alguien, supongo que era eso pues se parecía a la cara que pongo cuando tengo que decir una mala nota a mis padres, en ese momento me compadecí de él. En el palacio de congresos acaba de subirse un joven bastante alto con una mochila algo grande a sus espaldas, en ese momento pensé que sería uno de tantos estudiantes de la universidad de la salud que está a un par de paradas de mi casa, acabamos de llegar a la avenida de Dilar y en este momento pensé ¿por qué no miro a la calle a ver si veo a alguien que pueda pensar su vida? Tras pasar un tiempo veo a una joven cabizbaja que iba a entrar en una tienda de camisetas pensé que quería trabajar en algo para lo que estudió y para conseguir dinero no le quedaba otra opción que trabajar allí. Cuando llegue a mí parada el joven que vi antes también se bajaba y vi que iba hacia el mismo piso que yo, era mi nuevo vecino no le había visto hasta ahora pues se acaba de mudar hace poco y no había ningún ruido extraño, resulta que acababa de llegar de la universidad.

   Segundo viaje: En este me pude fijar en menos personas pero aun así suficientes para esta experiencia. La primera persona que me fije era una joven que estaba hablando por teléfono con su madre y pensé al instante en las ganas que tenia de ver a mi madre y pensé que ella también llevaba tiempo sin ver a la suya y que se verían dentro de poco, también me fije en un alumno de bachillerato que estaba escuchando música y parecía que estaba inmerso en ella y no le interesaba nada más como si quisiera olvidar un mal día de cole y solo quería descansar un rato de tanto trabajo y estudio.

Una vez hecha la experiencia pienso en lo fácil que juzgamos a la gente sin conocerlos ya sea de forma buena o mala, además de no saber cómo son en realidad pudiendo ser completamente opuesto a como habías pensado o a lo mejor si son pero no lo sabes y esta experiencia me ha recordado a cuando era pequeño y hacia lo mismo.

Esta experiencia al verla me resultó un tanto curiosa y a la vez la más sencilla de responder porque al pensar en esta experiencia filosófica no he podido evitar acordarme cuando yo era pequeña con unos 6 o 7 años cuando volvía en el coche con mis padres después de comer fuera o ir a visitar a mis abuelos el camino se me hacía largo y siempre me ponía a mirar pegada a la ventana del coche a cada una de las personas que iban pasando al lado del mío e incluso a veces les saludaba y me sonreían o me devolvían el saludo me divertía mucho porque el camino de vuelta se me hacía eterno sin nada que hacer y pensaba en aquellas personas que veía al otro lado de la ventana como sería su vida, la edad que tendrían, a donde irían, etc además yo siempre de pequeña me imaginaba cuando fuera mayor de edad que tendría más libertad a la hora de salir o de tener mi propio coche y podría ir por la carretera como esas personas que veía por el cristal, me entretenía mucho.

Otra situación similar a la anterior es cuando me voy a subir en el autobús aunque no suelo subirme mucho pero cuando lo hago los minutos antes de que llegue ese autobús en el cual me subiré pienso en la gente que hay en la parada esperando igual que yo y me pregunto ¿A dónde irá? ¿De dónde viene? ¿Qué edad tiene? ¿Cómo se llamará? ¿Irá al mismo lugar que yo? después de subirme en el autobús, voy a sentarme a un lugar más vacío y me siento cerca de la ventana para poder observar por donde voy y no pasarme de parada y me doy cuenta que el autobús está menos lleno que otras veces que no puedo ni sentarme pero al haber menos personas en el autobús hay más silencio y te puedes enterar de las conversaciones que hay en el autobús y quieras o no, no puedes evitar escucharlas y enterarte de lo que hablan. Normalmente el trayecto que hago dura quince minutos o a veces más y como es un poco largo no se que hacer porque al ir sola no tengo con quien mantener una conversación y pienso las posibles opciones que puedo hacer: escuchar música o hablar por teléfono o las dos cosas a la vez ya no se me ocurren más, pero finalmente hay una que como siempre acabo haciéndola para no aburrirme y es la de fijarme en las personas que van andando por la calle cerca del autobús, lo primero en lo que me fijo al verlas es en como van vestidas si me gusta o no la ropa que llevan, en el pelo si lo tiene largo o corto, si es rubio o moreno, si me resulta familiar esa persona, si se le ve feliz o triste, si va muy arreglada o no esa persona y si lo va empiezo a plantearme preguntas como ¿Por qué va así vestida?, ¿A dónde irá?, ¿Qué celebrará?,¿Irá a alguna boda? y así infinitas preguntas con cada una de las personas que van andando por la acera de la ciudad.

Esta experiencia filosófica puede aparentar que invado la intimidad por que opine sobre una persona y me plantee esa serie de preguntas. Pero creo que todos lo hemos hecho alguna vez de manera inconsciente o conscientemente o para quitarte ese aburrimiento pero igualmente la otra persona no puede saber tus pensamientos, ni tampoco tiene por que darse cuenta de que la estás observando. Me ha gustado mucho hacer esta experiencia porque aparte de reflexionar esos recuerdos de la infancia es algo que hacemos a menudo la mayoría de las personas al subirnos al autobús o ir en el coche.

La realización de esta experiencia fue fácil ya que el camino desde mi casa a la casa de mi abuela hay 15 minutos aproximadamente y en ese tiempo pude ver a muchas personas he imaginar cosas sobre ellas. Para empezar me gustaría dejar clara mi opinión y es que las personas se deben juzgar por sus actos y no por su presencia y aspecto, los estereotipos nos hacen creer que todas las personas de la misma raza, etnia, religión, sexo tienen unas características comunes y esto puede ser cierto o no serlo, pero como este experimento consiste en eso pues pongámonos manos a la obra.

En el trayecto de mi casa a la de mi abuela pude ver a cientos de personas pero como no las voy a poder describir todas tan solo lo haré con las que mas me llamaron la atención.

Para empezar vi a un hombre mayor de unos 60 años aproximadamente, se le veía triste, andaba sin ganas, parecía que le costaba trabajo aguantarse de pie por culpa de la tristeza, entonces me puse a pensar en muchas cosas. ¿que cosas le pueden pasar a alguien para que se siente triste? Puede ser que se haya muerto un familiar querido, que le hayan despedido del trabajo, que tenga una grave enfermedad. Este señor me hizo pensar en el porque de que el hombre se sienta triste, ¿por que vivimos la vida estando tristes y preocupados en vez de felices? Al fin al cabo ese es nuestro objetivo en la vida y si hay algo que nos impide serlo debemos apartarlo cuanto antes de nosotros.

Más adelante ví a una familia, formada por un padre, la madre y dos niños. Todos estaban muy felices y eso me hizo pensar,¿ que hará tan feliz a esta familia? Lo mas posible es que la felicidad de los padres venga provocada por la de sus hijos. Entonces, pensemos en que hace feliz a un niño, tal vez que le hayan comprado un regalo, una chuche... pensé lo fácil que es reír y estar feliz para los niños y por que cuando nos hacemos mayores perdemos esta capacidad, y adoptamos otras no tan deseadas. Los niños no se preocupan por nada y son felices con cualquier cosa, sin embargo como acabo de decir para los adultos esto es más difícil, ya que en nuestro día a día existen cosas que no nos permiten vivir en tranquilidad y paz, tal vez deberíamos aprender un poco de ellos y no solo ellos de nosotros

Para finalizar la experiencia me fije en un grupo de jóvenes, mal arreglados y tenían una muy mala pinta, se les veía nerviosos, como alterados, parecía que estaban intentando huir de alguien. Entonces pensé dos posibilidades entre las miles que serían posibles, o bien están haciendo algún tipo de juego, o bien acaban de cometer un crimen o van a cometerlo, la verdad es que en ese momento me sentí un poco nervioso, ya que lo mas posible era que fuera fruto de mi imaginación pero y si no, continuamos el camino y los perdí de vista.

Esta experiencia me ha dado mucho que pensar, el poder infinito que tiene la mente humana que es capaz de crear una historia a partir del aspecto de una persona, podríamos incluso aventurarnos a decir, de donde viene, que le ocurre, que va a hacer ...Existen ideas generalizadas que nos dicen como es una persona incluso antes de conocerla personalmente, creo que estas ideas no nos aportan nada a nadie, y habría que terminar con ellas cuanto antes ya que lo único que hacen es dar una visión errónea de la gran mayoría de la población y que suele ser ofensiva y negativa.

Estoy mirando por la ventana de mi coche como siempre hago todos los días y una de las cosas que más me entretienen es mirar a la gente que pasa y observar todo aquello que hacen e imaginarme sus vidas.
Ahora mismo estoy mirando a una pareja bastante mayor, aproximadamente deben de tener 58 años para ser exactos. Ella es bajita con el pelo muy corto y rubia, como todas las mujeres mayores. Siempre tienen el mismo peinado, está un poco rellena que puede ser porque se estará hinchando de comer mantecados por estas fechas o que le gusta comer bastante incluso no le dejará probar nada a su marido, porque tiene pinta de ser glotona la verdad porque en este mismo instante se está comiendo una gran palmera de chocolate o sea que lo que digo tiene que ser cien por cien verdad. Lleva una ropa horterísima yo le quitaría toda esa ropa en un instante y la cambiaría de estilo, porque el suyo es extremadamente feo, pobrecita no tendrá ningún estilo o no entenderá de ropa.

En cuanto al hombre, se ve una persona buena porque se refleja en su cara y en cambio, su mujer si es su mujer claro tiene pinta de ser la dominante y manipuladora. Su marido es muy alto y también relleno pero se le ve simpático.
Me estoy imaginando que tienen pinta de tener hijos ya mayores y casados por la edad que tienen, y estarán casi prejubilados y descansando de sus hijos, harán muchos viajes a menudo y creo que van dirigidos hacia el centro ya que van a cruzar la calle recogidas de Granada.

Por otro lado, estoy viendo a una muchacha muy joven hablando por el móvil y puff… es un iPhone 6. Por dónde empezar, tiene pinta de ser una universitaria ya que en su mano tiene un bolso como un maletín donde tiene que tener muchos libros gordos y grandes. Y por otro lado, debe de ser rica… porque tener un iPhone no lo tiene cualquiera y porque su estilo de vestir es muy elegante por lo tanto tiene que ser bastante rica para permitirse todos esos lujos. Está hablando con alguien seguramente tiene que ser su novio porque tiene una sonrisa muy especial en la cara, no quiere decir que sea su pareja pero esa sonrisa no puede ser de otra cosa, seguramente se estarán diciendo cosas bonitas por teléfono como “te quiero”, “te adoro” que se irán a ver juntos por la noche u otro cosa. Seguramente irá a verlo pero claro si tiene los libros en una mochila probablemente tenga clase en la facultad ahora por la tarde y por eso estará hablando con su novio para saber a qué hora irán a quedar.

Su forma de andar es muy peculiar, muy fina y eso quiere decir que es una chica muy elegante y refinada pero claro yo siempre opino que la gente así suele ser muy creída y muy egocéntrica y esta chica tiene pinta de ser así porque es muy alta, guapa, morena con el pelo largo y liso con los ojos azules es el prototipo de chica guapa y creída; aunque hay casos que no tiene porqué ser así, pero esta chica que está hablando por teléfono debe de ser así y además si ella es así es porque la habrán criado en este ambiente y sus padres deben de ser igual o peores. En cuanto a sus amigas deben de ser igual o parecidas que ella porque uno siempre se junta con amigas de tu mismo estilo y sobre todo estas chicas que siempre suelen ser muy clasicistas que solo se fijan en aquellas chicas iguales a ellas, si son un poco más feas ya no se juntan, si no son ricas y no tienen iPhone tampoco se juntas y así sucesivamente.

Ayer estaba en congresos esperando el autobús para ir a mi casa y me acordé que tenía que hacer esta experiencia. Yo estaba deseando que llegara el bus porque quería irme a mi casa y dormir, pero, ¿y si al coger el bus me monto y dentro hay un terrorista de la yihad y al verme se le va la olla y se inmola? ¿Y si cuando me subo al conductor del bus no le caigo bien y me pega una paliza? ¿Y si al esperar en la cola del bus se cierra la puerta y me pilla la cabeza y me desangro?  ¿ Y si al subirme una niña me mira porque le parezco  guapo y su novio se pone celoso y le pega?¿ Soy yo el culpable de romper esa relación por subirme? Y si me subo y tardo en coger la tarjeta para pagar y a un coche se le va la rueda y estrella con el autobús haciendo una explosión en la que muere todo el mundo? Será culpa mía por no tener la tarjeta en mano y que el autobús hubiera arrancado antes esquivando al coche? ¿y si me subo cuando queda poco para que el semáforo se ponga en rojo que el autobús por tal de no esperar pasa cuando se pone en rojo y una viejecita pasa y la atropella? Será culpa mía la muerte de la viejecita por no haberme subido antes? Y si en vez de estar la viejecita en un paso de cebra estuviera en mitad de la carretera?  Seguiría  siendo culpa mía o de la viejecita por no cruzar por donde debe? Y si al subirme me encuentro que el bus está secuestrado y por culpa mía matan a un rehén? Es culpa mía no saber que estaba secuestrado el bus? ¿ Y si me subo y en mitad del trayecto el conductor pega un frenazo y me resbalo y caigo encima de un niño y le parto el brazo? ¿Es culpa mía por no haberme agarrado? ¿Es culpa del niño por estar donde estaba? ¿Es culpa del conductor por pegar el frenazo? ¿ Y si me equivoco de bus y voy a otro lado y me pierdo y nadie quiere ayudarme y me muero? ¿Es culpa mía mi muerte por coger el bus indebido? ¿Y si al subirme un grupo de borrachos vienen y me roban? ¿Es culpa mía que me roben por subirme al bus? ¿O es culpa de ellos por ir borrachos? ¿Harían los mismo sobrios y en otro entorno? ¿ Y si al subirme una anciana enferma me ve puesto en el cuello una cadena como la de su marido recién fallecido y le da un ataque y se muere? ¿Es culpa mía la muerte de la anciana? ¿Es culpa mía por subirme al bus? ¿Es culpa mía por ponerme la cadena? ¿ Y si me subo y me pongo al lado de el extintor y llevo una chaqueta corrosiva y al pegar una mala curva el extintor se cae y se rompe y mi chaqueta empieza a arder hasta que exploto y mueren todos? ¿Es culpa mía por subirme al bus? ¿Es culpa del extintor por estar ahí? ¿Es culpa mía por ponerme la chaqueta? ¿Es culpa del conductor por pegar la mala curva? Y si al subirme al autobús provoco la invocación del demonio por sentarme en el último asiento y se acaba la humanidad?¿Es culpa mía por subirme? ¿Es culpa de los demás por ocupar los demás asientos?¿Es culpa del demonio por existir? ¿Me subo al autobús?

  El autobús es un vehículo de transporte público en el que nos subimos un gran número de pasajeros de la sociedad, todos los días constantemente. Yo llevo ya unos cuantos años subiéndome en el autobús varias veces a la semana. Al principio, tenía miedo por si el autobús se me pasaba, y por ello solía salir corriendo de mi casa o de otros sitios para llegar a la parada lo más antes posible.

 

  Muchas veces me he planteado si podría ocurrir alguna situación extraña o diferente a lo que hay habitualmente. Ya que en las noticias sale muchas veces algunos atentados, y donde más se dan los casos es en los lugares donde hay mucha gente. Por ello, hay que ir siempre con precaución, pero no se sabe nunca si te podría ocurrir a ti o en la próxima parada que cogieses.

 

  El pasado día, sábado por la tarde me dirigí a la parada rápidamente como normalmente hago, no había nadie esperando, y la frecuencia en la que pasaban los autobuses eran cada un cuarto de hora. Pasaban los minutos, y ningún autobús aparecía, las personas tampoco se veían venir, por lo que 

 

  me estaba empezando a poner de los nervios. Eso de que tarde tanto el autobús me saca de quicio, pero ese no es el tema. Pensando en ello, empezaron a venir alguna que otra persona, pero el autobús seguía sin venir. Pasados dos cuartos de hora, muy extrañable decidí volverme a mi casa para ver si mi madre podría bajarme al centro, pero nada más prender la marcha para mi casa apareció un autobús. Así que rápidamente me subí.

 

  Al entrar, investigué durante unos segundos la gente y los sitios que había libres para sentarme, por lo que me decidí  en sentarme en un asiento junto a una niña de mi edad. Me paré a pensar que hoy en día no se puede fiar uno de cualquiera. Pero la niña tenía buena apariencia y no debía porque asustarme de ella.

 

  El trayecto no era muy largo, de unos quince minutos o así. Pero me empecé a preocupar, porque habían pasado más del tiempo que normalmente tardaba e incluso  no estaba iendo por  la  trayectoria que le correspondía. Me levanté del asiento, pero la gente seguía actuando con normalidad. Me empecé a imaginar que podría ser un tipo de atentado o algo por estilo.

 

  Minutos más tarde de angustia, me dirigí al conductor para preguntarle a donde nos dirigíamos, aunque él no me hacía caso, así que volví a preguntarle una y otra vez, hasta que conseguí que me contestase. EL motivo por el que no me escuchaba era porque llevaba unos cascos de música, cosa que no debería llevar siendo un conductor y más siendo de transporte público. Una vez que me escuchaba bien, le volví a preguntar por décima vez que porqué íbamos en una trayectoria que no era. Él me contestó que estaba el ayuntamiento haciendo unas obras y los autobuses estaban obligados a recorrer el camino habitual por otro lado que se tardaría más pero se llegaría al mismo destino.

 

 Mi conciencia se relajó y pude volver a sentarme en el asiento que estaba, con normalidad y sin tener que preocuparme por nada. Pasado poco tiempo, llegamos al destino.

 

  Por la noche cuando estaba acostada en la cama, pensé que es verdad que hay que tener siempre mucho cuidado con lo que pueda ocurrir, y sobre todo en sitios públicos donde hay mucha gente, pero lo que hice de preguntarle al conductor estuvo bien, porque es mejor preguntar ante la duda de pasarlo mal en el viaje.

Mirar a la gente desde un coche o un autobús.

Experiencia más que realista, ya que es una de las que sin hacerlo a propósito experimentamos casi todos los días por no decir todos ellos. Cualquier persona que tenga coche o que vaya de copiloto con su familia, amigos, conocidos hablan de la gente que hay en su alrededor, cruzando los pasos de peatones, yendo por la acera, en pareja, sólo, con un grupo de amigos, rápido, lento, disfrutando del paseo con un ritmo adecuado, etc. Aunque esta acción también es a la inversa ya que cualquier persona que vaya andando puede criticar y hablar de la persona o las personas que van en un coche o un autobús. En el autobús este proceso es el mismo, aunque también se hable de los que van montados en su interior ya sea hablando con  otra persona y en tu propio interior.

Cuando vas en un coche, te sientes protegido por esas paredes que te protegen, esas ventanas, esos tabiques e incluso esos martillos enanos para romper el cristal en caso de emergencia, todo ello forma parte de tu protección por lo que sientes seguro y hace que salga lo peor de tu ser, como criticar a alguien que va mal vestido, alguien con alguna minusvalía, alguna pareja que no pega nada o simplemente algún conocido tuyo que te caiga mal o alguien con el que la hayas tomado. Como te sientes protegido, te crees que te da derecho a realizar esas acciones y que no pasará nada, porque el coche o el autobús va más rápido que una persona claramente y que ésta en el caso de que se diese cuenta que lo miras con una mirada penetrante y grotesca o que hablas de él o ella no le daría lugar a pillarte para pegarte, encararse contigo o discutir de una tontería como es la que has realizado.

Todas estas acciones se consideran arrogantes, grotescas, de mala influencia para nuestros más cercanos, pero por desgracia la juventud y no la juventud sola sino las personas mayores y adultas que supuestamente se consideran maduras también las hacen están presentes en nuestro día a día con rumores que escuchamos y por ello nos da el permiso para que cuando la veamos tengamos el derecho de hablar de esa persona.

La mayoría de estas acciones se realizan por chulería, aburrimiento, popularidad, etc. Cualquiera de nosotros ha realizado acciones de este tema, tanto yo que estoy escribiendo esta experiencia o como el que actualmente la está leyendo. Pero, nos deberíamos hacer la siguiente pregunta: ¿Qué sería del mundo sin estas acciones? Pues la respuesta es clara, se acabarían los malos rollos, el hablar por las espaldas de la gente, programas de televisión que se centran en la vida de la gente, como el Sálvame, Mujeres, hombres y viceversa, Corazón, etc. Estos programas nos solo hablan de la vida de la gente sino que los molestan y no les dejan hacer su propia vida, lo cual llega el punto en el que la vida llega a ser deprimente, aburrida, monótona y al final triste por tener todo el día pegada una cámara a la espalda.  Así que sin estas acciones todos los telespectadores de estos programas se quedarían sin entretenimiento para sus horas muertas y eso en un mundo como el de hoy en día no puede pasar como se muestra en la televisión.

En conclusión, todos nos sentimos seguros mirando a la gente desde el coche o el autobús, pero habría que mirarla más de tú a tú y dejarse de vergüenza y fatiga o miedo antes de realizar ninguna acción.

Temer la llegada del autobús

Es una experiencia que puede llegar a asustar y a generar bastantes inseguridades como la de caminar en la oscuridad bajo mi punto de vista y según lo que he experimentado yo.

Conforme va llegando la hora de montarse en el bus tu estas en la parada esperándolo y vas pensando cosas que pueden pasar, como que se va a accidentar, como que se va a producir un atentado en el momento que tu estas dentro, que puede darle un infarto al conductor y estrellarse, infinidad de cosas, que aunque no las pensemos pueden ocurrir, y sin duda cuando llega el autobús y tu lo ves, decides no subirte y esperar al próximo o no ir al lugar donde deseas , aunque sabes que vas a llegar tarde o no vas a ir, pero lo decides.

También puedes pensar que quizás en este autobús no pasa nada y en el siguiente que te vas a subir porque has decidido no coger el próximo pasa cualquier cosa dicha anteriormente, entonces no sabes si coger este, el siguiente o el siguiente, y llega un momento que tienes que decidirte, porque la vida son decisiones, sobre coger el autobús, ir andando( aunque también por ir andando te puedes tropezar y caerte y que te atropellen, caerte y partirte un brazo o una pierna) o incluso no ir y volverte a casa y que llegando a casa te atropelle un coche en la puerta de tu casa y los autobuses no ocurra nada, nunca se sabe sobre que puede pasar y entonces decides coger el autobús. No pasa nada y tan contento te bajas sabiendo que sigues con vida, pero eso si todo el viaje vas pensando en lo que puede pasar y te genera inseguridad, muchísima y miedo sobre la muerte y piensas que no quieres morir y quieres llegar antes al sitio de destino , y quien sabe si al llegar justo al bajarte del autobús en la parada un conductor borracho te atropella porque va por la acera y quizás no deberías haber cogido ese autobús aún no habiendo pasado nada dentro de él, te ha pasado fuera y por razones ajenas al medio de transporte

Hay que decidirse sobre qué hacer y quizás hay que realizarlo porque nunca se sabe cuando y por qué motivo te puede pasar algo o vas a morir, puede ser que por no realizar una cosa y dejarlo para más tarde, te traiga como consecuencia algún accidente, llegando a causar incluso la muerte, espero que no llegue a ocurrir y creo que todos tenemos nuestro futuro escrito y cada uno tiene su día de muerte designado y sin saber como puede llegar, que puede ser de una forma tonta.

Lo mas importante en estos casos es no llegar a la inseguridad de hacer o realizar algo solo por el motivo de que pueda ocurrir algo o nos de miedo, esto también ocurre con la vida que por miedo a ser rechazados o fracasar en cualquier cosa no realizamos alguna cosa con la que seríamos felices, y tal vez por tener más miedo de la cuenta hemos perdido oportunidades que si hubiéramos hecho hubieran cambiado nuestra vida, no se sabe si a mejor o a peor, pero tenemos que quitarnos el miedo y la inseguridad de la que llevo hablando en casi todas las experiencias y aplicarla a nuestra vida sobre todo para evitar cosas indeseadas o quedarnos con ganas de hacer algo.

Creo que si ocurre algo es porque está predestinado que nos ocurra y la vida que tenemos la tenemos por hechos que hemos elegido entre unas cosas y otras y así seguirá siendo hasta que nos muramos.

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