Hoy, como tantas veces, me he detenido a pensar que llega un momento en el que lloras por todo, no porque te vuelvas más sensible, si no porque todo te puede; por lo más mínimo lloras, y no, no es por lo que te haya pasado en ese momento, si no por todo lo difícil que te paso anteriormente, algo que no debes olvidar para que no te vuelva a pasar, algo que debo asumir para no volver a caer, algo por lo que llorar en un futuro, sin esas personas que aun sigues queriendo pero perdiste para siempre.
¡Necesitas ser un miembro de FILOSOFIESTA para añadir comentarios!
Participar en FILOSOFIESTA