HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA
Compañeros, quería leer vuestras opiniones, pero son muy largas y tengo poco tiempo, agradecería que fuerais más concretos con ellas.
Yo prescindiría del gusto. Ya que aunque uno de mis mayores placeres es la comida, es el único que está únicamente relacionado conmigo. Necesito verte, necesito tocarte, necesito oírte y necesito olerte. Son sentidos que necesito para relacionarme, pero preferiría decir adiós al gusto para siempre por no perderme nada de ti.
porque? yo tambien lo e pensado que la vista...
Eneas dijo:la vista
Ay los sentidos, esos falsos amigos traidores pero tan necesarios y apreciados por todos nosotros.
No se que seria de mi ahora sin mis sentidos, desde que naci aprendi a vivir con ellos y cada uno de ellos es imprescindible, aprendi a usarlos y a cuidarlos y creo que aun lo hago, porque si no soy yo quien los cuida, ¿quien lo hara por mi? como bien dicen mis padres tengo que cuidar de mi misma ya no soy pequeña.
Para mi todos los sentidos tienen una gran importancia pero se puede vivir prescindiendo de algunos, si tuviera un accidente y perdiera alguno de ellos (cosa que deseo que nunca pase) podria seguir mi vida, aun que se producieran algunos cambios en ella, pero viviria de una forma ni mejor ni peor simplemente diferente a la de ahora mismo.
Si perdiera la vista: este es uno de los sentidos que mas me doleria perder, los ojos para mi son uno de los mayores tesoros del ser humano, el poder ver lo que nos rodea, los colores, el cielo, las nubes, las personas, las letras, los numeros,... no se como me aconstumbraria a vivir; sin poder ver, si desde que me acostara hasta que me levantara todo fuera negro no pudiera ver nada, me encanta cuando miro el atarceder en la playa, cuando las flores se abren y llenan de color en primavera, ver la risa de mi madre, las luces de navidad,... esos pequeños detalles de la vida que a simple vista no valoramos pero que si dejaramos de verlos los extrañariamos, o por lo menos yo.
Si perdiera el oido, puf seria algo tambien dificil. No poder escuchar las clases, la voz de mis padres regañandome, la de mi hermano chinchandome, los consejos de mis amigos, el te quiero de la persona que mas me importa en este momento, no poder oir la musica que me gusta(ya que esa es una de la mayor de mis aficciones)...es una sensacion tan especial la que recorre mi cuerpo cuando escucho todo esto que espero no perderla jamas...las mejores palabras cuando las escucho de la boca de alguien son las que mas me ayudan a seguir adelante cuando no tengo fuerzas.
Si perdiera el tacto, no quiero imaginar no poder cojer a mis hijos, abrazar a quien me apetezca, tocar todo lo que me rodea, acariciar, ...este sentido es tan bien muy importante para mi y creo que aun mas cuando estas enamorado, da tanto cariño y muestran tanto afecto cuando te rozan, te dan la mano, te acarician...
Si perdiera el olfato me afectaria demasiado, me encantan los olores soy de las tipicas que tienen muchisimos ambientadores, colonias... me encanta el olor de las flores, el olor a chocolate, a gasolina, a fregasuelos,... si esas pequeñas cosas que a veces no las olemos pero que si las perdieramos hechariamos de menos.
Creo que el sentido (si tuviera que elegir) que perderia seria el gusto. Aun que me encanta probar los sabores dulces, salados, acidos,...me encantan las fresas con nata, el zumo de naranja, los crepes con chocolate, me encanta cuando me besan,... me encantan todos los sabores menos las legumbres y no quisiera dejar de probarlos...
Me encantan mis sentidos y el uso que hago de ellos, me gusta besar, oler, acariciar, mirar,escuchar.. me encanta :)
La verdad es que sería muy dificil para mí tener que renunciar a uno de mis sentidos, puesto que todos para mí son muy útiles, y privarme de uno de ellos sería renunciar a un momento de mi vida. Creo que todos tienen un punto negativo. Por ejemplo, si decidiera privarme del sentido de la vista, no sería de mi agrado en nigún momento, puesto que me perdería un montón de cosas realmente maravillosas, la llegada de la primavera, el no poder observar nunca más el rostro de las personas que se encuentran a mi alrededor, poder ver de nuevo algunos monumentos como la Alhambra... Sería muy deprimente para mí.
Si el sentido que perdiera fuese el del oido, no sería tan traumático para mi puesto que hoy en dia existen muchas formas de comunicación, y a lo mejor no seria tanto problema para mí, aunque aún así me perdería muchos sonidos adorables que existen y nos ofrece la vida.
Si a lo mejor, fuese el tacto, me sentiría vacia, realmente notaria que me falta algo, no podría hacer tantas cosas cotidianas, por ejemplo, escribir en el ordenador como hago ahora mismo, me sería imposible para mí, es algo un poco impactante, no me podría permitir perder la sensibilidad en ninguna parte de mi cuarpo, para mí sería un golpe muy duro.
Podría perder también el olfato, que para mí, no poder degustar ciertos olores sería muy brutal. No poder volver a oler el simple olor de una rosa, o de la comida de mi madre sería un poco traumatizante.
Y el gusto, ese sn dudarlo, nunca renunciaria a él, porque para mí, no hay nada mejor que degustar un plato de comida de mi madre, son espectaculares, y no me permitiría no volver a saber que se siente al tomarlos.
Aún así, si me hicieran elegir a que sentido renunciar escogería el olfato, puesto que para mí es el menos importante, a pesar de que al perder el olfato pierdes un poco el gusto, o eso he escuchado en la calle, no sé si será cierto o no, pero el caso es que escogería ese sentido, porque sí, me perdiría muchisimos olores encantadores pero, es mucho peor perder la vista, el oido, el tacto o el gusto, o al menos eso parece para mí. Aún así, no podría renunciar a ninguno, es que, son todos importantes, todos tienen una función muy importante, es algo tan imprescindible... no podría vivir igualmente si me faltara alguno de ellos, me resultaría imposible, porque de estar así, con todos y ser normal, a que de la noche a la mañana tenga que renunciar a alguno de ellos, y dejar de poder hacer las cosas que realizo normalmente me sería duro de asimilar, porque mi vida cambiaría para peor, la verdad. Porque para poder tener una vida normal, debemos poseer los cinco sentidos, porque claro, perder uno, es perder algo de nuestro día a día, de nuestra rutina... Muchas veces pienso en esas personas, que por una causa u otra ha perdido alguno de estos sentidos, y me da tantisima pena, no puedo soportar pensar como me sentiria yo, y como esas personas tienen tanta fuerza que no se han deprimido ni sentido peor, si no que han sacado fuerzas de cualquier lado de su cuerpo, para sentirse bien y sentirse uan persona como otra cualquiera. Me parece valorable, y que esas personas, la verdad es que se merecen totalmente la recompensa económica que reciben de el Estado, puesto que si no lo recibieran me parecería, deplorable para nuestro país, porque ante todo hay que ser solidarios con los demás, y mucho más con los que tienen discapacidades físicas.
Pregunta muy difícil pero que he conseguido plantearme. Una de las primeras cosas que tendría que objetar, es que si no tuviera que privarme de ningún sentido la cosa sería mucho mejor y más sencilla pero no es así porque también debemos de pensar en aquellas personas que por deficiencia, accidente o alguna desgracia o tipo de causa no disfrutan de los cinco sentidos en compañía.
Sin los sentidos, yo no podría vivir, no podría hacer nada, sería uno de los problemas que más me amargaría en la vida. No puedo pensar realmente pasar ni un solo día sin ninguno de ellos. Principalmente porque la VISTA, nos permite observar todo lo que tenemos que tener alrededor, todos los colores, la viveza del sol y de la luna, las caras enfadadas y sonrientes cuando estamos con las personas, los ojos de una persona son esenciales para vivir, por lo tanto LA VISTA ES UN SENTIDO DEL CÚAL NO PODRÍA PRIVARME NUNC A.
Continuamos con el segundo más importante, desde mi punto de vista es el OÍDO, el sentido que nos permite escuchar las ondas, las frecuencias, ya sean moduladas o no, los sonidos de lo que se acerca o se aleja, las olas del mar, los pájaros cantar, ese despertador para ir a la escuela, las explicaciones de los profesores… y un sinfín de cosas. ¡Ay de nosotros si no tuviéramos un tímpano! Que muchas personas desean tener y no pueden por sus minusvalías, así pues EL OÍDO ES OTRO SENTIDO, DEL CUAL NO PODRÍA PRIVARME NUNCA.
De las misma manera, el tercer más importante es el TACTO, a través de la piel podemos percibir todo lo que nos rodea. No me gustaría acostarme una noche sin poder tocar mi almohada y mis sábanas, pues es el sentido que nos permite muchísimas más cosas, así pues sentir una cosa si está lisa o muy raspada, sentir el frío o el calor de otra persona, poder sentir el papel con el aprobado de la escuela, poder escribir, poder nadar y una lista interminable de cosas. Mismamente DEL TACTO TAMPOCO PODRÍA PRIVARME.
Después nos queda el cuarto más importante, es el sentido del OLFATO, a través de este sentido pude sentir la esencia de las flores en primavera, el olor de la comida, el olor del suavizante con el que lavamos la ropa, del jabón y desgraciadamente otros tipos de olores que te revuelven la barriga. Pues no es el olfato el último sentido para mí, digamos que el olfato es esencial pero no es el más importante por lo tanto DEL OLFATO NO SERÍA DE LO ÚLTIMO QUE ME PRIVARÍA.
Entonces, ¿ que nos queda? Misteriosamente nos queda el sentido del GUSTO, gracias a este podemos sentir el aroma de los postres, la amargura de un pomelo, la acidez de un limón, lo salado de una carne… realmente, es un sentido también importante como todos pero realmente no es necesario para vivir. ¿Porqué no es necesario para vivir? La respuesta es muy clara, si no tuviéramos el gusto no podríamos saborear los manjares de la vida, cierto es, pero es más importante la pregunta, ¿cuál de los cinco sentidos me primaria? Si no tengo otro menos importante y considero que los demás son más importantes pues escogería este. Porque aunque fueran todas las comidas lo mismo, sin sabor, sin apetito, siempre lo mismo, nada tiene sabor es mucho mejor que no tener vista para poder ver todo y no poder caminar con la misma libertad, ni escuchar con la misma libertad lo que dicen los demás ni poder tocar algo y mucho menos oler lo que quisiésemos.
Desgraciadamente la pregunta es así, es difícil escoger uno de los cinco sentido porque lo que en realidad te planteas es algo sobre tu vida que no tendrás más, por lo tanto hay que sufrir mucho para pesarse bien cuál es el sentido que dejas y los otros cuatro que tomas.
La pregunta sería mucho más fácil si tuviese que elegir un sentido del que privarme, porque eso, tras haberlo meditado un momento, lo tengo claro: es el olfato. Sí, sé lo maravilloso que es el olor de las flores, de la lluvia o del café, pero creo que es del que me privaría si tuviese que elegir uno de los cinco.
Pero la pregunta no es ésa, sino de cuál no me privaría. Esta pregunta es ciertamente más complicada. Porque claro, supone elegir y calibrar qué sentido valoras más.Y eso no es fácil.
La vista es imprescindible. Leer , contemplar la puesta de sol, los amaneceres; ver el mundo que te rodea y cómo cambia con el tiempo, ver y conocer lugares nuevos. Apreciar obras de arte y la belleza allá donde resida: en una flor, un paisaje, una persona.
El oído también es esencial. Escuchar música, música que te haga vibrar y saltar a su ritmo o música calma para los momentos tristes en los que lo único que quieres hacer es esconderte y escuchar letras que te animen. Escuchar palabras de aliento y ánimo, el canto de los pájaros o el rumor del agua.
Pero, ¿y el tacto?. Sentir cada abrazo, cada beso; sentir el viento en el rostro y el frío del agua al bañarte en el mar. Sentir el picor de la hierba; y cosquillas que nos ponen la carne de gallina. Sentir la suavidad de la seda, o la de las sábanas de tu cama; y el calor del fuego de una chimenea.
Y el gusto… ¿cómo debe de ser comer algo y no saber a qué sabe? No saber si es dulce, salado, o si está rico o si es asqueroso… Y no poder volver a saborear la cocina de tu madre, ni tu plato favorito, nada.
Por último, olfato. Sería imposible percibir el olor de tu perfume preferido, el olor de los jardines y de los alimentos…el olor del pan recién hecho que tanto nos gusta a casi todos,o el intenso olor de los rotuladores y de la gasolina que gusta a muy pocos…
Creo que me quedaría con la vista, es decir, que el sentido del que elegiría no privarme nunca, sería la vista. No sería capaz de enfrentarme a una oscuridad perpetua si me quedase completamente ciega…y andar por la calle y no saber dónde estás, ser vulnerable completamente ante todo… Debe de ser horrible la sensación de tener los ojos abiertos y no ver absolutamente nada, debe de ser la cosa más agobiante y aterrorizadora del mundo, al menos para mí lo sería. Claro, hay mucha gente ciega que nos demuestra que así se puede vivir; cuentan con la ayuda de perros y de personas de confianza, pero sobre todo cuentan con su voluntad y su fuerza, y es que admiro profundamente a las personas que no se dejan vencer por circunstancias tan adversas como la pérdida de la visión. Recuerdo algo que me pasó hace unos meses.Mientras iba caminando por la calle hacia casa, una mujer ciega que iba guiándose con su bastón se chocó contra un pivote de estos que hay en la acera.Se tuvo que hacer bastante daño, pero ella se limitó a agarrar su bastón con más fuerza y seguir adelante, mientras que yo me limité a pensar en qué sería de mí si yo estuviese en esa situación, y sólo de pensarlo acabé casi llorando. Yo no tengo esa fuerza de voluntad, y si me quedase ciega no lo superaría fácilmente, sino que me rendiría y me limitaría a odiar al mundo.Es por eso que nunca jamás me privaría de la vista. Puedo vivir sin música, puedo vivir sin caricias, puedo vivir sin olores y sin sabores, pero no puedo vivir sin ver la luz; la luz del sol, de la luna, o la luz en los ojos de las personas.No puedo vivir sin luz.
Es difícil pensar de qué sentido me privaría, ya que para mí, todos nuestros sentidos son imprescindibles en nuestra vida.
He elegido esta pregunta porque la considera un reto importante el pensar de qué sentido privarme.
Después de mucho, pero mucho pensar… Decido que el sentido del que podría privarme sería el olfato.
Aunque parezca una simple tontería, es difícil pensar de qué sentido te desprenderías. He elegido el olfato, pues sinceramente, porque es el único que creo que podríamos “vivir” sin él.
Y digo “VIVIR” porque para mí, también es imprescindible, pero es el que menos rabia me daría privarme.
Diré el porqué de no haber elegido los otros cuatro sentidos.
La vista. Creo que no sabría vivir sin ver. Sin ver lo que me rodea, sin ver los colores,…
Pero me dolería mucho más el no poder ver crecer a mis sobrinos, ver cómo se hacen mayores día a día. Al principio, pensé que la vista podía ser el sentido del que podía desprenderme, pero al pensar en todo lo que me perdería, todo lo que dejaría de conocer por el simple hecho de no ver… Decidí quedarme con este sentido.
Pensé en desprenderme del gusto, pero me puse a pensar y… no me gustó nada la idea de deshacerme de este sentido. Pensar en que no podría volver a saborear ninguna comida, que no sabría diferenciar entre lo dulce, lo salado, lo amargo, lo picante,…
Que no podría volver a comer como antes. No podría saborear las tartas que me hace mi madre por mi cumpleaños, ni poder decir “qué bueno está este plato, ¿Qué le has echado?” porque no notaría sabores, no sabría diferenciarlos. Aún menos sabría decir qué alimentos son los que me gustan y los que no…
Pensé todo esto, y decidí no desprenderme de este sentido.
Pensé que tal vez sería una buena idea privarme del oído. Pero, como llevaba haciendo ya un rato, pensé en cómo me sentiría sin escuchar.
Sin escuchar nunca más la voz de la gente que me rodea, de la gente que quiero. La voz de los profesores dando sus clases, la voz de los niños pequeños jugando en el patio a la hora del recreo…
La voz de mi madre diciéndome lo que debo y no debo de hacer. La voz de mi padre diciéndome una vez más que la cena está lista, o que debería estudiar más.
Sentí tristeza sí, pero peor me sentí cuando pensé en los pequeños de mi casa. No podría escuchar sus voces nunca más, no podría oírlos decirme “tita” o escucharlos llorar…
Me sentí realmente mal cuando pensé en privarme de este sentido, y automáticamente decidí que no podía ser del que me deshiciera.
Después de un largo rato reflexionando, pensando…
Me acordé del sentido del tacto.
“Quizás este sería el sentido del que pudiera privarme”, pensé una vez más.
Me puse a recordar lo que hacía con este sentido y… Prácticamente lo hacía todo como mis manos. No podría imaginarme la vida sin mis manos, sin poder tocar, sin poder notar que me tocan. Porque podríamos no ver, pero si conservamos el sentido del tacto, sabríamos que estamos tocando.
Realmente, todos nuestros sentidos son imprescindibles.
Creo que sería muy difícil vivir sin ninguno de nuestros sentidos y esta pregunta ha hecho que pensara bastante en mi vida, en lo que hago con mis manos, con mis ojos, con mi gusto, con mi olfato, con mi oído… Y es muy difícil pensar de cuál nos privaríamos.
Como dije al principio, pensé mucho acerca de esto y por fin me decanté por el olfato.
Porque después de lo importante que es para mí el poder olerlo todo, creo que es este del que podría desprenderme. Aunque me costaría mucho el no volver oler nunca jamás. No poder oler la comida que hace mi madre, no oler la nueva colonia que me regalaron por mi dieciocho cumpleaños, …
Sería muy difícil para mí privarme de este sentido, pero vuelvo a decir, es el único que podría acostumbrarme a vivir sin él.
Sinceramente, todos los sentidos son muy importantes para mí. No me gustaría quedarme sin ninguno de mis cinco sentidos.
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