HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA
La respuesta es muy clara: “PREFIERO MORIR VIVIENDO, QUE VIVIR MURIENDO”. Daría mi vida por un ser querido por una persona muy cercana por otro tipo de persona que lo necesita.
Es cierto que no tiene el mismo peso en el asunto una persona cercana a mí, que otra más lejana. Una persona cercana a mí me dolería mucho más y lo haría con más ímpetu y sin ningún tipo de resguardo, porque la vida es así, uno tenemos unas fortunas y otros no. La persona que no tiene ninguna desgracia es porque no ha vivido en este mundo y toda persona que la tenga es porque sabe cómo se encauza nuestro destino.
Ciertamente este caso se puede dar, y si es así hay que prever lo que pasa para poder dar una respuesta muy clara. Sabiendo claramente que es una persona la que se va a salvar daría urgentemente mi sangre con la jeringuilla usada para que se salvase. Porque es cierto que a mí me importaría más que una persona viviera más tiempo que yo, aunque solo fuese un minutito más, para saber que no he guardado rencor a nadie y que no he sido egoísta.
También todo depende de la situación ,si es un familiar como ya he dicho es la prioridad entre dos personas. La familia es la que te ha cuidado desde pequeño, te he dado todo lo que necesitabas para vivir, te ha enseñado todas las trampas de la vida y a cuidarse a sí mismo. Por esta razón, si la familia te ha cuidado ahora al que le toca cuidar a la familia es a ti y que mejor que devolverle el regalo que por lo menos tu padre y madre quisieron, “SEGUIR VIVIENDO”.
Otra cosa muy distintas es salvar la situación entre dos personas. Como ya he dicho salvaría la vida de UNA persona, pero ¿y si son dos las personas que hay que salvar con mi misma sangre? Pues la respuesta solo la tiene el tiempo y la circunstancia. Si una persona es mayor que otra y tiene hijos, una familia que cuidar y sacar adelante y el otro caso que se presenta es el de un niño que necesita tu sangre para vivir, pues sinceramente salvaría al hombre que necesita seguir adelante para cuidar de su familia. Por el contrario si es un hombre que no tiene familia y un chico que necesita esa sangre porque vive solo o con pocos familiares y es urgente salvarlo, pues salvaría en ese caso al chico porque es una vida más joven, seguramente podría vivir más años que la otra persona.
Como ya hemos dicho todo depende de la situación y circunstancia. La frase con la que he comenzado tiene su total explicación. Prefiero morir viviendo, significa para mí que prefiero morir sin ninguna deuda, sin ningún solo rencor hacia alguien, sabiendo que he hecho algo bueno por una persona que también tiene vida y quizás estaba sufriendo y lo necesitaba urgentemente que vivir muriendo, que apagarme poco a poco como una vela, sin hacer nada por las personas, sin preocuparme por ellas. La vida no tiene sentido si no hacemos algo por la humanidad.
Finalmente, me daría igual si la jeringuilla traspasara una enfermedad, aunque si no la traspasara tampoco pasaría nada grave, pero desgraciadamente si la pasara, lo único que me quedaría es disfrutar de la vida lo último que me quedaría y sufrir con la enfermedad, pues no hay mayor alegría que el de ver a una persona viviendo gracias a ti, que una vida que te ha salvado una persona. El dolor es inevitable, en algunos casos, llega a los extremos, pero es cierto que todos nos moriremos de ALGO sea por vejez o enfermedad, absolutamente TODOS. Por esa misma razón lo que tenemos que hacer es vivir día a día, no preocuparse por el mañana que ya vendrá y disfrutar de una oportunidad que te ha ofrecido el destino.
Esta es una pregunta que mucha gente tampoco quiere ver, porque pensamos que vivimos en una sociedad perfecta donde no ocurren cosas como estas. Pero desgraciadamente no todo es tan perfecto y a veces se pueden dar casos como el de esta pregunta filosófica.
La pregunta es si donaríamos sangre con una jeringuilla usada a otra persona para salvarle la vida.
Podemos pensar que es una pregunta muy rebuscada pero ¿y si pasara de verdad?
Todos sabemos los peligros que conlleva que te extraigan sangre con una jeringuilla usada, podemos contraer muchas enfermedades y la principal y a la que más tememos, el VIH o SIDA.
Pero aún sabiendo esto tenemos que pensar que estamos hablando de salvar una vida humana, de verdad pensamos que ante una situación de vida o muerte de otra persona, aunque no la conozcamos de nada pero que estemos ante ella y nos digan, si no le dona sangre ahora mismo alguien con esta jeringuilla no sobrevivirá, de verdad pensáis que si se diera esa situación alguna persona que se considere humana, se pondría a pensar en que enfermedad podría contraer con esa jeringuilla. Es que estamos hablando de una vida humana, de una persona que podría ser nuestro hermano, nuestro hijo, y que le vamos a negar ese derecho de vivir por miedo a contraer algo.
Yo pienso que si de mí dependiera lo haría, puesto que sí, que hay posibilidades de que pueda contraer una enfermedad y no sabemos ni cual sería ni lo dura que sería o si se podría curar o no, pero por otro lado pensaría que gracias a mi se ha curado otra persona, que mi sangre ha ayudado a que otra persona alargue su vida.
Qué duda cabe de que si haría algo así por una persona que ni siquiera conozco, está claro que si fuera un familiar mío lo haría sin pensarlo, estaríamos hablando por ejemplo de una madre, que te lo ha dado todo en esta vida, que ha sido la que te ha dado la vida, no creéis que sería muy injusto que no hiciésemos lo mismo por ella, que gracias a nuestra sangre le diésemos la oportunidad de vivir más. Y yo creo que lo mismo se podría decir de nuestro padre, ha sido el que nos ha criado el que nos ha educado y el que nos ha enseñado todo en la vida, está claro que sin dudarlo lo haría. Y si fuera un hermano de igual manera puesto que ha sido el que se ha criado con nosotros o el que nos ha cuidado de pequeño o al que nosotros hemos cuidado, tenemos la misma sangre.
Yo quiero pensar que todo el mundo actuaría como yo, que ante la necesidad de otro ser humano nadie diría que no a una cosa como esta, pero después pienso que si me han dicho que conteste a esta pregunta para saber mi pensamiento, es porque hay personas que seguro no piensan como yo, que tendrían algún reparo a donar sangre con una jeringuilla usada porque pienso que hay personas tan egoístas que no piensan más que en sí mismas y no piensan que aunque ellos puedan acortar su vida levemente en el hipotético caso de que contrajeran alguna enfermedad, pueden alargar ostensiblemente la vida de otra persona que lo necesita y que alomejor en ese momento tú eres la única persona que le puede ayudar. Creo que si todos aprendiésemos a mirar más por las personas que nos rodean no tendríamos ni que pensarlo ante esta pregunta, que tendría que ser una reacción instintiva de al ser preguntados por esto, simplemente poner el brazo y decir “haga usted lo que tenga que hacer para que esta persona se salve”. Sin embargo pienso que todavía queda mucho para erradicar todo el egoísmo que hay en el mundo y pienso que hay personas que solo tienen de humanas el nombre que se les pone.
Ante esta pregunta, la respuesta de forma impulsiva sería que si. Pero si nos ponemos a pensarlo detenidamente, y pensamos en el riesgo que corremos, nos surge la duda debido a racionalizar la pregunta y a pasarla por la razón. Siempre aparece la postura egoísta del hombre por mantener su vida. Porque no es lo mismo perder la vida por una causa noble, como en este caso, que perderla porque ha llegado tu final, ya se de de forma natural, por un accidente, o por circunstancias que surgen de forma involuntaria. Yo como cristiano estoy viendo que lo que yo haría sería dudar de la sangre con una jeringa usada, para mantener la vida de otra persona, aún sabiendo el el riesgo que esto conlleva, pero hay una cosa que es importante que me la han enseñado y al mismo tiempo yo la he experimentado y que la vida es un don que el señor nos concede para poder ser hijos suyos. La vida viene de Dios, el te da la vida y te la quita. Entonces aunque tu te arriesgues a perder la vida por la cantidad de infecciones que puedes coger por la jeringa, no tienes por que tener miedo, porque tienes que tener la conciencia tranquila y hacerte la idea, que la muerte te va a llegar en cualquier momento . Por lo tanto puedes arriesgarte y perder la vida por otra persona o también tenemos otra opción y es, no dudar tu sangre, pero en este caso la muerte te puede llegar en cualquier momento, te puede atropellar un coche ,morirte de un infarto, etc.
igual que si lo dudas. Pero nunca sabes cuando te va a llegar . Tenemos que estar absolutamente convencidos que la vida no acaba en esta vida,si no que cuando te llega la muerte es cuando la vida realmente empieza porque es una vida eterna junto a Dios.
Esta actuación la podemos observar o valorar desde de dos puntos de vista uno espiritual y otro material, en el cual estamos hablando del egoísmo, de pensar solo en nosotros mismos, etc. Dentro de este aspecto del espiritual, influye el pecado que nos lleva a pensar más en nosotros mismos, en nuestros peligros, en aquellos que podemos experimentar.
En comparación con lo que sufren los demás, nos olvidamos porque solo nos preocupa lo nuestro. Pero como cristianos, nuestra misión será aceptar esa propuesta, es decir, decir que sí, porque en la Iglesia seguimos el Camino de Jesús y en este caso es el de dar la vida por los demás , al igual que él la dio por nosotros muriendo en la cruz. Por eso tenemos que tener claro que la muerte nos puede llegar en cualquier momento, que nos la puede quitar cualquier cosa y que ante todo, como cristianos que somos debemos dar la vida por los demás, sacrificar nuestra propia vida. Tenemos que realizar este sacrificio por muy difícil que sea y por tanto podríamos poner de ejemplo muy particular de la vida. Porque una madre, al saber que va a tener un hijo enfermo, un hijo discapacitado tiene que tener muy claro lo que va a hacer. Tiene que saber si va a dar su propia vida por un ser humano que también tiene una vida y que se ha formado en su propio seno, en su vientre. También tiene que tener claro en el caso de que no estuviera enfermo o sí, es capaz de sacrificarse en todo momento por él, como criatura que es.
Por todo esto y como conclusión a la pregunta normalmente deberíamos contestar ante todo que sí, entre otras cosas, para seguir el camino del Hijo de Dios, y sobre todo para salvar la vida de esa persona que necesita nuestra ayuda. Como cristianos hay que dar la vida por los demás, y porque en todo caso, nunca sabemos en el momento en el que nos llegará, pero sabemos que no llegará
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