HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA
Para ti mama y también para ti papá.
Creo que el hecho de escribiros una carta nunca se me ocurrió hasta que el profesor de filosofía hizo que me diese cuenta de lo importante que es esta carta y así pensar un poco más en las personas que más me quieres, más me rodean y no se olvidan de mí, cosa que nunca he podido pensar y en realidad es una oportunidad que he de aprovecharla.
Sin duda alguna, no puedo empezar esta carta recordando todos aquellos de mi infancia. Vosotros sois aquellos a los que os debo la vida, pero una vida, que no se cómo pagárosla. Desde luego si no hubiera nacido, siempre me habéis dicho que ellos no estarían aquí y que “soy la preciosidad que siempre habían querido tener, hecho realidad”. No puedo olvidar el esfuerzo de una madre desde el hecho de ser “madre”, desde el parto, porque es la mujer que tiene que sufrir la llegada de un nuevo ser en el mundo, no puedo olvidar así, la labor de ti , mi padre acompañándola en todo momento, hasta en el acto de “parto”, que aunque él no lo sufra físicamente, moralmente si lo hace. A su vez, no se la capacidad que habéis tenido para llamarme por mi nombre, mi nombre que indica según la gente, lo que soy. Ningún otro nombre podría designarme de esa manera. Como dicen algunos, es imposible imaginar que tu lleves otro nombre, no te definiría.
Después del nacimiento, ¿Qué viene?, sinceramente comienza la vida como persona, lo mejor que habéis querido para mí, inculcarme los valores “CRISTIANOS” desde pequeño, por eso me llevasteis con tan sólo meses de vida a cumplir con el primer mandamiento que nos dio nuestro Dios, el bautismo. Cuando me lo contáis una y otra vez, me siento más joven, un alma más renovada, por eso creo que actualmente no debería abandonar estos principios de fe, pero que desgraciadamente no encuentro tiempo para todo. Hablando así de otros valores, no de fe, también me habéis enseñado a hacer cosas, que si ahora mismo no supiera hacer absolutamente nada, sería un absoluto inútil. Gracias a vosotros no soy esa persona que tiene el sentimiento de ser un inútil.
Verdaderamente, “sois la medicina de cada caída”, es decir, tanto física como moralmente. Física, porque sois los que me habéis cuidado en cada momento, cuando me he roto una pierna, cuando me he abrí la cabeza y por tan sólo un simple resfriado que demuestra totalmente que vuestro amor no tiene caducidad hacia mí. Moral, muy importante, sois los que me habéis pedido comprensión en momentos, recapacitar, tomar decisiones libremente y aceptar las consecuencias tal y como son, vivir como una persona adolescente y elegir mi destino y sobre todo no obligarme a hacer una cosa si no aconsejar por mí futuro, mí destino.
Tengo que pedir perdón por tantas tonterías y momentos de desesperación, pedir perdón por aquello que vosotros, mis padres me decíais y no quería hacer caso, pedir perdón por aquello que no me gustaba llevar a la escuela por vergüenza a que dijeran algo mis compañeros, pedir perdón por avergonzarse ante situaciones de dificultad o accidente entre vosotros, pedir perdón por multitud de caprichos y exigencias, pedir perdón por no decir “ te ayudo” , pedir perdón por no agradecer las cosas, pedir perdón por multitud de cosas, pedir perdón por todo…
Si fuera una persona adulta, formada moralmente y totalmente, me daría cuenta que no hay sitio para nadie más que para vosotros en mí mundo y lo sé. Pero creo que me olvido de la “base”. La “base” para mí significa, esas personas que os trajeron al mundo, tampoco puedo olvidar a vuestros padres, mis abuelos que tanto me quieren, me quieren como si fuéramos igualmente sus hijos, ellos son las personas que se preocupan por mí, que me preguntan por todo lo que pasa, que quieren saber todo lo que pasa, y todo por preocuparse por mí, cosa que nunca llegué a darme cuenta hasta que realmente tengo esta edad adolescente. Pero no solo mis abuelos, si no todos sus antepasados, todos han formado parte de mi formación que ahora tendré que seguir profundizándola y extenderla a mis próximas generaciones.
Creo que vosotros sois los mejores amigos que se pueden tener en el mundo, no existe nadie más que vosotros. Espero realmente que de mayor no os falte, al igual que nunca me habéis faltado, porque si de verdad lo veo, es lo único que me quedará en la vida, no habrá nadie más que ellos, “el alfa del primer suspiro y el omega del último”. Y ahora, creo que es un tiempo para cambiar, para seguir profundizando mi personalidad y seguir creciendo como persona gracias a vosotros.
Siempre me acordaré de aquellas canciones que me cantabais de pequeño y de las peticiones que ahora me hacéis. Espero que cuándo sea un poco más mayor no paséis a ser personas secundarias en mi vida sino que sigáis siendo los mismos padres de antes. He aprendido a seguir aprendiendo, a que me enseñéis lo que os han dado y que vosotros realmente me habéis trasmitido no de forma “perfecto” porque nada es perfecto en este mundo pero “casi rozando la perfección”. Realmente me quedarán los recuerdos de los viajes que hacíamos cuando era pequeño, de lo bien que lo pasábamos en familia, de las cosas que eran misteriosas para mí, etc…
No puedo olvidarme de los malos momentos, como en cada familia hemos pasado todos malos momentos, que espero que sigan siendo así de malos y nunca lleguen a peores situaciones, porque tarde o temprano de esos malos momentos yo he aprendido a no realizarlos en mi vida. Sois personas que han recorrido miles de kilómetros conmigo a lo largo de toda su vida, personas que habéis aguantado todo el peso de los problemas, personas que han pagado muy caro la vida por su hijo, que os preocupáis por una simple “tontería” para mí pero en realidad para vosotros se que no es porque queréis lo mejor para mí.
Pero siempre tendré una pregunta que haceros, ¿cómo os puedo pagar el amor y todo lo que hacéis por mi? Siempre será la espina que no podré sacar. Si fuera millonario, empezaría por devolveros desde el primer céntimo que gastasteis por mí desde el día que nací. Lo único que puedo hacer es amaros con todo mi corazón y regalaros todo lo que he aprendido de vosotros, como alumno familiar. Quiero pensar en el futuro, quiero ayudaros cuando vosotros no podáis hacer alguna cosa, quiero aconsejaros como hijo, quiero ser profesor de cosas que no sabéis, quiero no abandonaros nunca, quiero estar hasta vuestro último momento de vida a vuestro lado, quiero que me pidáis todo aquello que puedo realizar por vosotros, simplemente quiero agradeceros los momentos que me habéis dado, tanto buenos como malos porque ambos han ayudado en mi vida a ser duro o blando, simplemente quiero deciros GRACIAS POR EXISTIR, sois mi felicidad, las ganas de vivir día a día, las ganas de reír, de llorar, de compartir, de ser solidario, de amar, de gritar, de cantar, de soñar, de sobrevivir, las ganas de saber que realmente existo gracias a VOSOTROS.
He decidido escribir esta carta, no porque sea de las más fáciles, ya que es para mis padres, sino porque creo que me va ayudar en esta etapa que vengo pasando un tanto…Rara.
Y sinceramente, no sé por dónde voy a empezar. Quiero decir tantas cosas a la vez…
Pero bueno, empezaré por el principio, como se empieza una buena carta.
Hola papá, hola mamá.
Me he decidido a escribiros esta carta porque es la única forma en la que puedo expresar mis sentimientos plenamente, ya sabéis, otra cosa no, pero explayarme escribiendo lo hago, ya lo habéis comprobado en otras ocasiones.
Me gustaría empezar por daros las gracias, por agradeceros haberme traído al mundo hace ya casi 18 años. Porque, obviamente, si no hubiera sido por vosotros dos, yo ni mis hermanas estaríamos hoy aquí.
Agradeceros también lo que hacéis día a día, que aunque yo haya tenido un mal día, apareces tú mamá (tú sobre todo) e intentas hacerme ver las cosas desde el mejor lado posible, aunque luego yo no haga ni caso y vuelva a mi cabezonería. Y hablando de cabezonería, la cual he heredado de mi querido padre. Porque la gente dice que somos muy parecidos físicamente, sin embargo, a la hora de pensar, chocamos mucho, quizás sea por eso, porque pensamos cosas diferentes, o porque quizás seamos los dos unos grandes cabezones que no queremos entrar en razón.
Pero aunque tengamos nuestras diferencias, y más de una vez nos hayamos enfadado… Tú siempre has estado ahí, como si no hubiera pasado nada, olvidándolo a los dos minutos…
Pero no ha sido solamente nuestra forma de pensar lo que ha hecho que nos enfademos muchas veces.
Mis caprichos, sobre todo, te ponen de los nervios, y siempre acabamos hablando de lo mismo, que si lo quiero todo, que si no ahorro, que si ya veré lo que vale un peine…
Pero bueno, dejo de recordar cosas que no tienen ningún valor ni para vosotros ni para mí.
Y empiezo por ti papá:
Gracias por
Gracias papá por enseñarme a amar a mi prójimo, gracias por enseñarme a ser fuerte, gracias también por hacer de mi una mujer que desea triunfar y reforzar la templanza en todo mi ser; por que deseo realizarme y en ti tengo el ejemplo, por que eres mi héroe, gracias por tu afecto, tus caricias, tus palabras y tus abrazos. Gracias por esos enfados que siempre acaban bien, y siempre acaban haciéndome ver que realmente tienes razón y que quizás yo deba ser menos egoísta…
Gracias por hacerme ver las cosas desde una perspectiva más amplia, es decir, no sólo encerrarme en lo que yo pienso y ya está, sino viendo otros puntos de vista, otros pensamientos…
Gracias por enfadarte conmigo tantas veces, y hacer que yo me ponga furiosa y quiera no volver a verte más… Pero es que eso es ser padre, aprender a decir a tus hijos lo que está bien y lo que está mal, aunque te duela.
Quería decirte, y voy acabando un poco… Que eres mi padre, y siempre lo serás, me gustes para las cosas buenas o para las cosas malas, eres mi padre y sé que lo que haces por mí es por mi bien… Tal vez, ahora esté diciendo esto, y al cabo de una semana nos volvamos a enfadar, pero quiero que sepas que aunque diga cosas no muy acertadas a veces, creo que eres el mejor padre del mundo y que lo has hecho lo mejor que has sabido. Gracias… Te quiero mucho.
Hola mamá, es tu turno. Es difícil escribirle a la persona que te dio la vida, créeme. Y he tenido la suerte que esa persona que me dio la vida hayas sido tú, nadie podía haber sido mejor que tú.
No tengo palabras para agradecerte lo que día a día haces por mí. Desde levantarte a la misma hora que yo solamente para darme los buenos días y ya. Y me siento muy culpable por eso, porque, no todos los días, pero una mayoría de ellos, acabamos enfadadas… Y realmente por tonterías… Porque yo he pasado mala noche, porque estoy nerviosa por un examen, porque tú me dices tantas veces lo mismo y yo solo te respondo contestándote mal, muy mal…
Y quería darte las gracias por eso y por mucho más.
Porque a pesar de enfadarnos cada mañana, cuando vuelvo del colegio, tengo la comida preparada y en la mesa, porque cuando entro a mi cuarto, está recogido y la cama hecha… Tantas cosas podría decir que haces al día por mí que no acabaría nunca.
Pero, ¿qué quiero decir con todo esto?
Pues quiero decir que eres mi madre, que eres la que me trajo al mundo, la que me amamantó, la que se desvelaba cada noche para darme de comer, la que me cogía en brazos para calmarme…
Desde chiquitita has estado haciendo miles de cosas por mí, y ni mi vida entera tendría para devolverte eso mismo.
También te quiero dar las gracias por inculcarme a ser una buena persona, por no pensar mal de los demás, querer luchar día a día por mi futuro que sé que es una de las cosas que más os preocupan a papá y a ti.
Quiero agradeceros desde lo más hondo de mi corazón el apoyo que me disteis el año pasado cuando decidí dejar el curso.
Sé que lo pasasteis igual de mal que yo, y lo entiendo perfectamente.
Ver a tu hija tomar antidepresivos, verla llorar cada día, escucharla decir que no quería estudiar, que no podía, y sé que mucho más os tuvo que doler cuando os dijo que no todo el mundo al que ella quería y consideraba muy importante en su vida, no la apoyaba, no estaba a su lado. Estoy segura que vosotros también lo pasasteis realmente mal. Y de nuevo os quiero pedir perdón, porque ahora que soy un año más mayor, más madura… Y sobre todo, que este año que no he estudiado he crecido como persona, os quiero pedir perdón y a la vez agradeceros cada gesto que tenéis conmigo, cada ayuda, cada palabra,…
Gracias por estar ahí conmigo, a mi lado, en mis momentos buenos, en mis momentos malos…
Sé que os lo he hecho pasar realmente mal… Que he cometido locuras imperdonables, pero si una cosa he aprendido es que de los errores se aprende, y estoy segura que no volvería a repetirlo nunca más.
Aprovecho y os pido por perdón por el infierno por el que debisteis pasar por mi culpa…
Pero bueno, no quiero hablar de momentos tristes en esta carta…
Esta carta es para agradeceros lo que hacéis por mi, agradeceros el que me queráis como me queréis…Os lo debo todo a vosotros. Os debo todo lo que habéis hecho de mí. Me habéis enseñado a ser una persona responsable, consecuente con mis actos… Y os tengo que decir lo bien que habéis educado a las hermanas y a mi, aunque estéis perdiendo practica con los nietos, que los estáis malcriando ^^
Pero he de deciros que lo habéis hecho muy bien, que al igual que yo y mis hermanas estamos orgullosas de vosotros, vosotros deberíais estarlo también de vosotros mismos.
Ya me encargaré yo de que os sintáis orgullosos de mí algún día.
Sé, y no tengo ninguna duda, que voy por el buen camino, por el camino que vosotros empezasteis a recorrer conmigo, pero que como padres que sois, debéis desviaros de él para que lo pueda continuar yo sola. Y estoy segura que lo habéis hecho tan bien, tan bien, que sí, puede que me desvíe un poco y me equivoque de atajo, pero siempre sabré llegar al camino central donde vosotros empezasteis a caminar conmigo.
Si hay algo que de verdad, de verdad me gusta de vosotros, y nunca cambiará, es la confianza que nos tenemos. Porque yo sé que puedo contaros cualquier cosa, que sí, que como padres que sois os parecerá mejor o peor, pero me daréis el mejor consejo que sepáis darme y estaréis conmigo en todo y para todo. Y eso lo que más me gusta de vosotros. Os puedo contar cualquier cosa que no os escandalizaréis. Y eso me gusta, me gusta mucho.
Quiero ir acabando ya, pero antes deciros que sois lo más importante que puedo tener en la vida, que sin vosotros no sabría qué hacer, a dónde ir…
Os quiero muchísimo, y me encantaría poder decíroslo todos los días, pero tonta de mí que no me atrevo…
Termino esta carta diciéndoos que no podría vivir los suficientes años para demostraros lo mucho que os quiero y, sobre todo, para agradeceros todo lo que habéis, hacéis y haréis por mí.
Os quiero papá y mamá.
Un beso.
Vuestra hija.
Queridos papá y mamá,
Nunca me imaginé que iba a escribiros una carta ni tampoco sé que deciros pero he tenido que afrontar la situación y escribirla ya que es un trabajo de filosofía y si no la hacía lo mismo hasta me regañabais.
Sinceramente nunca hubiese pensado en escribiros una carta pero tengo que hacerlo porque no me queda otra. Yo sé que escribir una carta es un gesto muy bonito pero yo no tengo por qué escribirla ya que todo lo que quiero deciros os lo digo todos los días y lo que quiero demostraros lo demuestro también cada día. Yo había pensado en escribiros un discurso para vuestras bodas de plata o de oro, algo así pero no una carta en la que exprese todos mis sentimientos. No sé si algún día os enseñaré esta carta o ahora cuando la termine para que le echéis el visto bueno pero no vais a entender nada, yo pienso que hasta os vais a asustar porque yo os he escrito una carta.
Lo primero que quiero hacer es daros las gracias porque os habéis conocido porque si nos os hubieseis conocido ese día en el trabajo a través de vuestro amigo y mi padrino, yo no estaría hoy aquí o sí estaría con otros padres y otra familia pero yo pienso que no serían tan maravillosos como lo sois todos. También tengo que deciros que siempre nos acordaremos mutuamente ya que mi cumpleaños es el día en el que os casasteis, es decir, vuestro aniversario y que seguiremos celebrándolo con ilusión como lo hemos hecho hasta ahora. A pesar de las veces en que discutimos y en que me regañáis, vosotros sois los mejores padres del mundo y aunque alguna vez cuando era pequeña y de forma inconsciente os decía que os iba a vender o a cambiar por otros padres, y lo siento mucho por haberos dicho semejante barbaridad pero es que era muy pequeña, nunca os cambiaría y si os pasara algo alguno de vosotros no podría reaccionar y sufriría un montón yo creo que no podría vivir sin vosotros.
Desde muy pequeña me he acostumbrado a ser más independiente y estar sin vosotros ya que cuando estabais trabajando yo me quedaba en casa de los abuelos hasta que tú, mamá, venías a recogerme a las 9 de la noche directamente para dormir y tú papá, yo creo que no te veía hasta la mañana siguiente, pero cuando los fines de semanas conseguíamos estar juntos, eran los mejores fines de semana y siguen siéndolo aunque yo salga nuestro día juntos no nos lo quita nadie.
Mamá quiero agradecerte cómo has sacado adelante a la familia ya que llegabas muy tarde de trabajar y te tenías que encargar de toda la casa y me acuerdo de que a pesar de que llegabas tarde siempre nos íbamos a pasar el resto de la tarde y como tu dices a cerrar las tiendas; ese era el rato más importante y maravilloso del mundo mami.
A ti papá quiero agradecerte que también me cuidaras cuando tenía apenas meses y mamá se iba a trabajar y tu en aquella época no pasabas buenos momentos pero aún así te olvidaste de los problemas para estar conmigo. Una anécdota que recordáis toda la familia, yo no porque era muy pequeña pero he visto los vídeos es aquel momento en el que estaba con no sé 10 meses en la cuna y tenía el carrusel en las manos y tú, mami me dijiste no lo tires cariño, no y yo fui cogiendo muñeco a muñeco y los tiré al suelo y yo me asomé para verlo y tú mamá me dijiste ¿eso se hace? y yo te contesté haciéndote cara que gracia jamás se me olvidará mamá y siempre me recuerdas que ya desde pequeña era mala y tenía carácter. También recuerdo otro vídeo en el que salgo con un muñeco meciéndolo y a vosotros se os caía la baba conmigo y no me extraña porque salgo muy graciosa y luego el típico vídeo en el que sale toda la familia viendo como me bañáis por favor os pido que no lo enseñéis.
Nunca lo habéis hecho o eso creo pero espero que no seáis de los padres que enseñan fotos “comprometidas” de sus hijas cuando eran pequeñas a sus novios para ridiculizarlas no por favor no seáis tan crueles.
Nunca podré olvidar mamá todas las veces que estuviste en el hospital tan mala y me siento mal porque no estuve demasiado tiempo en el hospital porque no me dejabas y me arrepiento de no haber estado contigo más porque yo tenía que haber estado día y noche en el hospital sin moverme y me lo impedíais. Ese fue el peor año de mi vida, lo pasé muy mal, estaba muy sola en casa hasta que llegaba papá por la noche o incluso cuando me quedaba en casa de los abuelos porque no podía estar más tiempo contigo es que no puedo ni explicar cómo me sentía fue muy duro y muchas noches llorando como ahora por ejemplo es que no puedo ni recordarlo me pongo muy triste.
Vamos subiendo de edad; nunca podré olvidar los viajes que hacemos en verano pero sobre todo el más importante para mí fue el primer viaje que hicimos juntos, me hizo mucha ilusión viajar tan pequeñita en avión y nos lo pasamos muy bien en el hotel y en las excursiones y sobre todo conocimos a mucha gente que ahora son amigos nuestros, fue genial. También me acuerdo de el viaje a París y en especial a Disney, muchas gracias por llevarme mamá y siento mucho papá que no pudieses venir por el trabajo porque nos lo pasamos muy bien en el viaje y nos montamos en todas las atracciones que me dejó mamá claro porque siempre ella sobreprotegiéndome ya que en las que veía ella que eran peligrosas o de muy mayores no me dejaba montarme.
Me gustaría pediros por favor que no me protejáis tanto porque yo tengo ya cierta edad y sé cuidar de mí misma o al menos lo intento y aunque me dejáis un poco de libertad me da un poco de rabia que cuando venga por ejemplo de estar con mis amigas una tarde no os creáis lo que os digo y me toméis a veces por mentirosa porque yo siempre os digo la verdad sea mala o buena. Quiero que confiéis más en mí y no me tratéis como la niña pequeña que dejé de ser porque yo entiendo que sea vuestra hija y encima única pero no me gusta que me agobien tanto y ya lo sabéis yo nunca tomaré nada que no tenga que tomar y si alguna vez me pasa algo porque no siempre estáis conmigo pues será mi problema y aprenderé de él porque si no aprendo nunca conoceré la realidad. Me hubiese gustado tener un hermano mayor para ver si seguíais igual pero yo creo que sí porque nunca hubiese dejado de ser la pequeña y consentida de la casa.
Estoy muy agradecida también de tener todo lo que tengo, soy la niña más afortunada del mundo y siempre me compráis todo lo que pido e incluso lo tengo antes de pedirlo. Yo sé que si suspendo no me regañáis demasiado y me da mucha cosa suspender me siento culpable porque siento que os defraudo ya que siempre me estáis comprando cosas y me tenéis como a una reina ahora mismo mamá estás recogiendo un poco y ni siquiera me dejas que te ayude pero en cuanto termine te ayudo no voy a dejar que lo hagas todo sola.
Me gustaría contar un montón más de cosas pero esta carta tiene un límite y hay cosas que es mejor decirlas en persona por lo menos eso pienso yo.
No sé como despedirme ya que ahora mismo estáis aquí conmigo pero sólo deciros que os quiero muchísimo y no dejaré de quereros nunca.
Un besazo,
Vuestra hija.
Hola papá y mamá la verdad es que no se por donde empezar porque son tantas cosas, tantos sentimientos, tantas emociones que me gustaría que se quedaran reflejadas en esta carta para que supierais que es lo que siento por vosotros y de que manera lo vivo y a veces no se expresarlo.
Son muchos años juntos, muchas vivencias positivas y negativas pero siempre hemos estado al par, tirando del mismo carro aunque en muchísimas situaciones no hayamos opinado de la misma manera, pero bueno eso no significa nada ya que son distintos puntos de vista. Y como esos puntos de vista me encontraré muchísimos más a lo largo del recorrido de mi vida.
El motivo de esta carta es para deciros, contaros lo importante que sois para mí y lo agradecida y orgullosa que me siento de vosotros.
Yo sé que ejercer de padres no es una tarea fácil ni que se aprende como otras asignaturas. Ser padre se va haciendo poco a poco no se nace ya que a lo largo de la vida de cada uno se van adquiriendo unos valores positivos y negativos que cada uno va acoplando a su personalidad y que día a día se va poniendo en practica.
A ti mamá decirte que maravillosa que eres. Ya cuando de mí desde el primer momento que te enteraste que yo estaba en tu vientre. ¡Que agusto tenía que sentirme en esa cuna de agua sin faltarme alimento y no sentir ni frío ni calor, solo amor!
A ti madre que nunca te ha dado asco el cambiarme los pañales, que siempre has dejado tus cosas para ocuparte primero de mí.
A ti mamá que si se me antojaba algo de comer y solo había uno en ese momento te lo has quitado de las manos para dármelo a mi.
Mamá eres una gran señora, una gran esposa y por mi parte una gran madre.
Siempre intentando que no sufra lo que tú has sufrido en la vida, evitándome malas situaciones apartándome de todo aquello que fuera mala influencia para mi.
Siempre quieres darme más de lo que puedes o está a tu alcance. Yo se como hija que seguro que ha habido muchos momentos que me he comportado como una niña egoísta, caprichosa, apretándote las tuercas mas de lo que se puede y en vez de pararme y reflexionar he preferido discutir. Por todo esto te pido mil disculpas. Ojala no tuviera que hacerlo. Hay que evitar y así no pasará pero la vida, la sociedad, la ceguera, la testarudez no nos deja ver más allá y me equivoco. Por eso, quiero que me perdones. (sé que en tu corazón siempre están los hijos disculpados) que no tengas en cuenta mis errores y que siempre estés a mi lado por si me caigo poder apoyarme en ti y que tú vayas rectificándome con amor y sabiduría.
Mi madre, que si he necesitado un disfraz, algo de ropa que ponerme rápidamente sin pedírselo se ha quedado hasta altas horas de la noche para cosérmelo y al día siguiente poder ponérmelo.
A ti madre que haces sin pedirme nunca nada a cambio. Perdona por los disgustos que te haya podido hacer pasar igual que a papá pero desgraciadamente la vida te hace comportarte de forma que a veces no parece uno, uno mismo.
Cuantos momentos bonitos, alegres, divertidos recuerdo junto a ti. Recuerdos que estarán siempre en mi corazón y que el día de mañana compartiré con mis hijos.
Mamá cuantos momentos compartidos, cuantas cosas que me has dado y enseñado. ¡te estoy tan agradecida! Primero por desearme y hacerme con amor. Segundo por tenerme como me has tenido, unas veces más consentida, otras veces más rabiosa pero siempre enseñándome el camino de la humildad, de la generosidad, del amor a uno mismo para poder amar a mi entorno, pero sobre todo por enseñarme a ser hija. Soy lo que soy gracias a ti y a papá. No me avergüenzo de nada, todo lo contrario me siento feliz pensando en como sois y sobre todo doy gracias a dios por teneros y porque siempre estáis ahí a cualquier hora, en cualquier momento. Siempre entregaos a vuestros hijos e incluso a los nietos olvidándoos vosotros de vosotros mismos.
A mi padre, ¿Qué puedo decir papá? Gracias por darme un hogar, por trabajar tantas y tantas horas para que no nos falte nada y siempre trabajando duro y sin quejarte, siempre con amor por muy cansado que estuvieras.
Recuerdo cuando me enseñaste a ir en bici, a nadar a luchar en la vida, a ser constante en mis estudios.
Siempre me habéis apoyado aunque a veces no penséis de la misma manera que yo, pero siempre aconsejándome y haciéndome ver el valor de las cosas y de las personas.
Gracias papá por enseñarme a escuchar y no a oír, por ser paciente, por enseñarme que para obtener algo en la vida hay que luchar siempre, nunca dormirse y siempre ir a más. No ser conformista en la vida y exigirme más cada día para que luego cuando tenga que enfrentarme a lo que la vida nos depara a cada uno sepa verla de cara y nunca huir o esconder la cabeza.
La sinceridad siempre por delante. Cuantas veces recuerdo tus consejos, tus frases: “Tu mejor amigo tu cartera, el día que tengas comerás y el día que no ya veremos” o como “lo que haga tu mano derecha que no lo sepa tu izquierda” y otras tantas más.
Papá gracias por los valores que me has inculcado. ¡que equivocados estamos muchísimas veces los hijos cuando intentáis acercaros a nosotros para hablar, para saber y conocer nuestro entorno y lo único que hacemos es reprocharos que estáis continuamente sobre nosotros y sintiendo que invadís nuestro espacio!
Cuando realmente y parándome a pensar veo que vuestro único fin es hacer que yo vea que siempre estáis ahí sea para lo que sea. ¡que injustos que somos los hijos y que ciegos estamos!
Bueno, papis con esta carta solo pretendo pediros perdón por si alguna vez os he fallado como hija (seguro que si, porque que hijo a lo largo de su vida no ha tenido alguna regañina con sus padres), deciros que os quiero con locura y que ojala el día que yo sea madre sepa ejercer mi papel igual que vosotros y saber estar siempre como lo habéis hecho vosotros con mis hermanos y conmigo.
Soy feliz y me siento como tal en mi casa junto a vosotros aunque como toda relación padre-hijo tenga sus más y sus menos porque puedo decir y expresar mis sentimientos abiertamente, que me siento orgullosa y que no solo tengo unos padres que ejercen como tal sino que a la vez tanto tú mamá como tú papá sois mis dos mejores amigos y aliados. Gracias por la educación que me habéis dado, por todo lo que tengo, pero sobre todo por darme la vida. Una vida que espero con toda mi alma que compartamos muchísimos cientos de años como en los cuentos de princesas y que vosotros también podáis contar conmigo ahora, cuando sea independiente, con pareja, da igual la situación porque la nuestra si que es verdad que no va a cambiar nunca y si cambia será para mejor.
Os quiero.
No sé si me faltará espacio, no sé si no me faltará y a lo mejor tan solo con dos palabras podría describir todo lo que siento en esta carta. Es difícil de explicar la situación de escribir la situación de esta carta y más aún si es a vosotros con el aprecio que os tengo a lo mejor muchas de las cosas que digo no se si las querré decir como realmente las siento, pero sólo se que lo voy a intentar porque es una carta que al pensar me ha llenado mucho de sentimientos y de razones. En primer lugar referirme a vosotros, como padres es lo más lindo que se puede tener en el mundo, ambos me habéis dado la vida, una que no para todos es igual en condiciones, unos viven peor y otros mejor pero si que es cierto que siempre y para todas aquellas personas serán sus padres vivan en las condiciones que vivan, otra de las razones es que vosotros me habéis ofrecido la posibilidad de estar aquí, de poder compartir todo lo que me enseñáis de regalarme la vida que otros no han tenido la oportunidad de tenerla. Esto lo podemos reforzar con la razón de que vivimos en un mundo en el que a las parejas les da absolutamente igual lo que tener, si dos hijos, si un hijo, como si tienen cinco o seis porque lo que realmente les importa en este mundo es que las tecnologías han avanzado muchísimo y nos permiten pues meternos en caso de aborto, en casos de aborto no natural, que es el involuntario y muchas personas sufren por perder a un hijo que esperaban tener y no lo tienen por culpa de ese aborto, pero no estamos refiriendo a un aborto voluntario, donde las consecuencias no importan porque a esas personas lo que verdaderamente les importa es perder el hijo, un hijo que lo pierden quizás a los cuatro meses y lo trocean o les dan pastillas para que mueran. Espero que vosotros os estéis dando cuenta al igual que yo que la sociedad en la que vivimos han avanzado mucho y muchas de las cosas que me habéis contado que eran antes ahora no lo son y cada día me doy cuenta de todo. Otra de las cosas que debo hacer referencia es el miedo que tengo, tendré y tendría en un futuro si no os tuviera porque vosotros me habéis enseñado todo, me habéis dado todo lo que necesitaba tanto moral como materialmente y tengo miedo a que en un futuro no que no sigáis manteniéndome si no que por el destino o por causas extremas vosotros no estéis a mi lado y viceversa, se me partiría el corazón sin poder veros durante mucho tiempo, aunque desgraciadamente esos son los riesgos de los trabajos y más hoy en día con la crisis y el paro que hay, hay que buscarse más aun las habichuelas como dicen, aunque sea un trabajo mal pagado por lo menos algo es algo, porque vosotros más que nadie sabéis como estaban los trabajos antes, no era tan difícil de conseguir un empleo porque casi todos estudiaban para sacarse una carrera y en un futuro obtener un trabajo, ahora no, ahora es mucho más complicado y hay que conformarse con lo que hay. Miedo, siempre y más si como ya he dicho no os tendré en un futuro, mucho miedo a la hora de mi destino, no se con quién me casaré y si me casaré , si trabajaré o viviré por ahí , que amigos tendré y un millón de anotaciones que podría seguir pensando y escribiendo, porque todos tenemos miedo a algo queramos o no, no es el típico miedo de la juventud a la oscuridad a los monstruos, es un miedo que ha madurado y que se fija en lo que hay y no hay verdaderamente a la vista de uno. Si fuera padre, no olvidaré nunca las cosas que me acuerdo de chico que me dabais , aunque tenga miedo a no saber serlo, ojala que vosotros estéis para enseñarme a cambiar aunque sea un simple pañal o a preparar un biberón porque cosas tan útiles y fundamentales como esas a veces no sabemos hacer los humanos. Nunca olvidaré todo lo que me habéis enseñado moralmente y para educarme todos los moratones de los castigos, castigos que han servido para madurar de una vez y hacerse más fuerte. Sé que son castigos que nunca habéis querido pero que desde mi conciencia en esos momentos no sabía como actuar porque no tenía conciencia, ahora que tengo un poquito más reconozco que me lo merezco por todo eso que hacía y más si te unes a tus amigos pones de patas arriba la casa y la destrozas entera. Aquellas tardes de enseñanza de las letras, de los número y un poco más grandes de las tablas de multiplicar que tanto me han servido y que es tan básico hoy en día que desgraciadamente muchos analfabetos no saben ni lo que es la multiplicación. He de deciros que hemos tenido suerte, sobre todo yo por teneros a vosotros y por coger todas las cosas buenas y malas que he visto que me habéis enseñado. Como cristiano no perderé la fe nunca porque es lo que me habéis enseñado, manías como esta por ejemplo es esencial en mi vida, creo que es lo que resume en mi vida. Por eso aunque no sepa cómo será mi destino más tarde he de agradeceros todo tanto lo bueno y malo que habéis hecho por mi desde el primer día de mi vida y por todo lo que seguiréis siendo haciendo por mí en un futuro. Aunque las cosas empeoren y nos vayamos envejeciendo siempre tendréis un hijo con el que contar, aunque sea por teléfono un hijo que se preocupa por vosotros y que estará presente en los momentos más difíciles. Digo momentos más difíciles porque así es la vida y todo llega a nuestro fin, envejecemos y desgraciadamente morimos por eso no quiero ni pensar en ese día, ese día será un día malo y bueno. Malo porque he perdido a los dos seres que me han traído al mundo y que me han enseñado todo lo que yo no sabía y ahora sé y bueno porque siempre me quedaré con todo eso que me habéis enseñado y con el orgullo de pertenecer a una familia como está y así seguir con todo y demostrárselo y enseñárselo a mis hijos en un futuro, ese es el único hecho que me hace feliz y que os reflejará en un futuro. No me quedan más palabras, pues simplemente tanto castigos, prohibiciones, consejos de padres, demandas de ayuda, solidaridad con vosotros que no he cumplido a lo mejor ahora os quiero pedir perdón en esta carta porque sé que todo lo habéis hecho porque me queréis realmente y sé que lo único en este mundo que me querrá seréis vosotros y no solo querer muchísimas gracias por todos los apoyos y por decirme que la vida nunca se acaba y continúa, porque ahora que lo veo es real continua con sus más y sus menos pero sigue en pie, muchísimas gracias papá y mamá por el sentido de mi existencia.
CARTA A TUS PADRES
Hola mamá, hola papá:
Tengo muchisimas cosas que gustaría deciros o simplemente recodar para sacaros esa sonrisa tan preciosa que miles de veces me habéis dedicado. Lo primero de todo es gracias, millones de gracias, por existir, por haberme dado la vida, por comprarme todo lo que necesité, por darme esas caricias que en algún momento, por pasar noches y noches cuidandome por que lloraba, por haberme protegido de mis pesadillas, por haber hecho lo imposible, gracias por todo.
Desde pequeñita me lo habeis dado todo, absolutamente todo lo que estaba en vuestras manos y si algo era malo me decías que no, aunque me enfadará, pero ahora comprendo que era por mi bien. Siempre que os pedía un favor, que me ayudaseis, que me explicaseis los deberes, cualquier cosa, dejábais lo que estabais haciendo solo para centraros conmigo.
Nunca olvidaré esos miles de momentos en los que me hicisteis la niña mas feliz del mundo, cuando me regalásteis el oso, mi oso, que tenía tres años y el oso era mas grande que yo y ahora es lo que mas cariño le tengo. Cada vez que entro a mi cuarto me acuerdo de ese día, creo que hasta vosotros disfrutasteis mas cuando visteis mi cara de felicidad. O como los cumpleaños cuando era pequeña que papá me cogía en sus hombros y yo los pinchaba con un tenedor. Otra cosa que nunca olvidaré, que vosotros mismo me lo recordásteis ayer fue cuando me dísteis el coche de batería, ¿Os acordáis? Que me chocaba con todo, decía y dice papá que soy un topolino, lo peor es que tiene razón.
Tengo que reconocer que hasta los cinco años me creía que era vuestra princesa, la niña de vuestros ojos, la única, hasta que nació mi hermana, que me sentía bastante celosa, me prestábais mucha menos atención, mi hermana era la primera. Cuando ahora veo los vídeos con vosotros me rio a mas no poder, era muy gracioso ver que hacía lo imposible para llamar vuestra atención, bailaba, cantaba, me disfrazaba... Pero ahora que soy grande me doy cuenta que no era así que siempre os he sido vuestra niñita.
Ahora que soy mayor valoro muchisimas cosas que hicisteis por mi, fueran buenas o malas. Aunque otras tantas no las entiendo. No se por qué nunca me habeis dejado tener una mascota, que era lo que más quería desde que tengo uso de razón aunque os aviso que un día de estos traigo un cachorro, os lo estoy diciendo todos los días... Otra cosa es que ahora creo que necesito un poco más de libertad para salir, que la sociedad no es como antes mamá. Que tienes que ver que ya soy mayor, quiero salir de noche, no te pido toda la noche, pero si de vez en cuando una fiesta.
Otra cosa que ahora que lo pienso os tengo que dar las gracias por que desde pequeña, si he tenido alguna actuación de baile, me habéis llevado y luego habéis estado presentes para verme y luego darme un beso diciendome lo bien que lo he hecho. Y ahora me llevais a todas las competiciones que tengo y si tengo que entrenar, el día que sea, me subís al pabellón. El mérito de levantarte un sábado o un domingo a las ocho de la mañana no tiene precio. Y luego estar en un pabellón hasta la tres si es por la mañana y si no toda la tarde, esperando a que yo salga, y tragarte todas las exhibiciones, es tener mucha paciencia.
Siempre habéis estado en las buenas y en las malas, cuando estado mal me habéis apoyado aunque yo haya querido estar sola, y cuando he estado bien habéis estado ahí celebrando mi alegría. No os puedo recrimirnar que en algún momento importante para mí no hayais estado. Que aunque hayámos tenido nuestros roce, que no nos hayamos hablado, eso ha durado poco, por que luego con un beso y un abrazo ha vuelto todo a ser lo de siempre.
Muchisimas gracias por haberme dado todo esos veranos en la misma playa, a pesar de que vosotros queríais ver mundo, cambiar de aires, todos los meses de agosto a sido en el mismo lugar y todo por que yo, vuestra hija, tenía a su grupo de amigos y veíais que yo era muy feliz, ahora que soy mayor sigo siendo un poco egoísta y quiero seguir yendo, pero si vosotros queréis viajar, lo entiendo, os lo merecéis.
Gracias por haberme soportado, que a veces puedo ser muy pesada. Aunque haya habido veces que me hayan entrado ganas de mandaros a la mierda... Cuando sea mayor quiero educar y enseñar a mi hijos como vosotros, por que creo que me habéis hecho una buena persona, que no todos tienen la misma suerte. Gracias por haberme enseñado a mantener la calma, a saber actuar, a no perder los nervios, a todo. Gracias por haberme cuidado y mimado siempre, me habéis hecho una chica fuerte y sana capaz de hacer todo lo que me propongo, por que por muy dificil que sea se que como mínimo se que a vosotros dos os tengo ahí dándome ánimos.
Seguramente esta carta se quede corta en unos años por que tenga cientos de cosas más que deciros, pero seguro, que por muchas cartas que os escriba se quedarán cortas, y nunca podré deciros todo lo que os tengo que agradecer, que se queda corto. Me siento muy afortunada de teneros a vosotros, no podría tener a otros padres mejores.
Bueno no se que mas decir, solo que espero que estéis conmigo toda la vida, que no me dejéis nunca, que sigaís protegiendome como hasta ahora, que no me hago una idea de una vida sin vosotros, me hacéis mucha falta. Espero tener miles de momentos bonitos con vosotros, que no nos peleemos mas y que me sigas enseñando y contruyendo como persona, que sois geniales papas.
Me faltará vida para hacer todas las cosas que vosotros habéis hecho por mi. Ojalá yo sea tan buena madre como lo has sido tu mamá, me has dado mucho de lo que aprender. Ojalá tenga la valentía de papá, de hacer lo que me proponga. Y eso que no tengo mas que contaros, solo que si algún día leeis esta carta, por favor luego no vengais dicendo lo buena que es vuestra hija a darme mimitos, solo que la conservéis y cada vez que tenga un roce con vosotros la volvais a leer y os deis cuenta de lo que en realidad os quiero.
Otra cosa antes de despedirme, es pediros perdón por todas las travesuras, por todas las malas noches, por todas las peleas con vosotras, por todos los disgutos que os he dado, pero todavía soy un bebe, no todo lo que hago está bien, pero para eso estáis vosotros, para decirme lo que hacer.
En definitiva, gracias, gracias y mil veces gracias, sois muy importantes para mi. Que sepáis que sois lo mejor que tengo, se que siempre que os necesite os voy a tener. Un abrazo enorme y millones de besos de vuestra hija.
Os quiere de Pasada Herrera, vuestro topolino.
Pd. No os pongaís muy sentimentales que os conozco. Que es solo una carta, que lo que valen son los hechos.
FILOSOFIESTA por Fernando López Acosta se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
© 2023 Creado por Fernando López Acosta.
Tecnología de