FILOSOFIESTA

HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA

Si tú tuvieras que elegir, ¿qué preferirías: ser feliz en tu ignorancia o vivir con angustia intentando encontrar la verdad? ¿Por qué elegirías esa opción?

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Respuestas a esta discusión

yo preferiría vivir intentando encontrar la verdad ya que en mi opinion de que te sirve vivir muy feliz si todo es mentira. Me paro a pensar en la gratitud que sientes cuando pasa algun problema y la alegría que te da por ejemplo cuando por fin apruebas un examen después de todo lo que te ha costado (llantos, noches enteras, nervios, días encerrada...) Creo que también tenemos que vivir cosas buenas y malas para aprovechar todas las cosas que nos puede dar la vida!! Recordad que todo siempre tiene un lado positivo y un final feliz aunque por momentos no se ve. Esto te lo digo a ti especialmente M (la persona sabe quien es)

Verdaderamente esta es una cuestión para arriesgarse.La verdad esque la realidad nos hace ser más sabios y aprender a partir de nuestros conocimientos distinguiendo lo que es bueno y lo que es malos, a partir de la experiencia adquirida, pues la verdadera realidad nos da toda la información de lo que podemos saber acerca de lo que puede pasar y lo que no puede pasar, por el contrario si vivimos de la ignorancia creo que también podemos aprender pero a través de esa ignorancia que nos hace sentirnos dueños totalmente de lo que no somos en realidad, porque vemos la realidad como queremos verla desde un principio y no hay nada más detrás de ella ya que evidentemente la ignorancia es la que no permite que tengamos otros concepto sobre ella, pues entonces nos permite también vivir la realidad, aunque no sea de la misma manera para los que saben que no son ignorantes, pero para los que lo son como no lo saben que son ignorantes pues viven felices con este concepto de realidad. Si el ser sabio y conocer todo nos permite sentirnos a veces mal por saber que las consecuencias de algo serán negativas y que no podemos hacer nada para cambiarlos pues creo que el sabio perdura antes que el ignorante, pero si verdaderamente se quiere la felicidad, la felicidad la encontrará el sabio, ya que no conoce nada más de lo que ve y percibe desde su visión y no está atento a las consecuencias que otros llaman malas y que si surgen con ellos alomejor son buenas. Esta propuesta se hace más evidente si hablamos del Intelectualismo moral pues pretende que si conocemos la verdad como realmente la queremos conocer somos felices, el que es feliz es feliz y cualquier situación nos hará ser validad para considerar que lo esencial es bueno. Por lo tanto creo que de las dos ideas podríamos aprender muchísimo, con las dos podríamos llegar a la madurez total racional y moral.

Desde mi punto de vista creo que no podríamos vivir ni determinarnos sin ninguno de estos dos, pues la ignorancia nos lleva a paisajes y a vivir de la felicidad de lo que deseamos e imaginamos y que no se sabe que si llegaremos verdaderamente a alcanzarlo algún día y sin embargo tampoco se puede vivir sin la sabiduría pues no me gustaría ser una persona que no sabe nada y pasar por la vida sin saber que han existido cosas que podría haber aprovechado y que verdaderamente se han quedado ahí. La frase que todos sabemos es que “ es más feliz el ignorante que el que conoce” pues verdaderamente si queremos llegar a conseguir la verdadera feliz sin preocuparnos de nada ni de lo que podrá pasar la ignorancia es mucho mejor que el conocer, pero si verdaderamente queremos saber lo que nos engaña y no nos engaña en la vida es esencial el saber del conocimiento y de que la vida no es perfecta por lo que no sabemos. La verdad esta dentro de ti, hay que poner en el sitio donde decidamos y donde realmente creemos que la hemos encontrado aunque verdaderamente la persona culta tampoco sabe ni la mitad de lo que cree que sabe por lo tanto también y finalmente la podemos considerar como ignorante. En definitiva, la felicidad se alcanza con uno y otro estado de la vida pero creo sinceramente que ninguno nos conllevara a saber las causas y consecuencias que nos pueden ofrecer la vida, lo único que propongo es que vivamos la vida desde lo que creemos y consideramos que sabemos y no preocuparnos por lo que pasará o no sabemos, si no viviremos amargados hasta encontrar lo que verdaderamente creemos que encontraremos y que nunca se hará realidad por mucho que no empeñemos en saberla, ya que estamos determinados y dependemos de donde hemos nacido y de cómo nos han educado y metido en nuestra cabeza todas las facultades cognivistas para cumplir con el funcionamiento total de la vida y con su concepción de “ver la realidad”.

Vaya otro dilema difícil, esto cada vez va a peor…

La verdad, no estoy muy segura de qué elegiría. Supongo que lo que me hiciese más feliz. En la pregunta se dice que el ignorante es feliz y que el que vive intentando encontrar la verdad está angustiado, pero yo no opino que eso tenga que ser así necesariamente.

Es decir: yo no creo que todos los ignorantes sean felices. Opino que sí, que es posible que un ignorante que no es consciente de su condición pueda llegar a ser feliz, pero también se puede compatibilizar la búsqueda de la sabiduría y de la verdad con la felicidad. Todo consiste en buscar un punto medio, un equilibrio; y en no depositar el origen de la satisfacción y la felicidad en ser sabio y tener las respuestas a todos los interrogantes del ser humano, porque aunque la búsqueda de esas respuestas nos hace humanos, no es el único rasgo que nos define; el ser humano necesita de más cosas para ser feliz, o al menos esa es mi opinión.

Pero un ignorante no tiene por qué ser necesariamente feliz; aunque es cierto que no se va a preocupar por inquietudes como qué hay después de la muerte, si estamos condicionados, determinados o no, si existe verdaderamente una entidad a la que llamar “dios”, qué es la justicia, qué es justo y qué no, si somos libres de verdad, o si es posible conocer algo en su totalidad o no… y como no va a preguntarse nada de esto no necesitará emplear su tiempo en buscar respuestas, ni sentirá frustración si no las encuentra.

No obstante, una persona que busca la verdad puede ser feliz, no tiene por qué vivir angustiado. Todo depende de cómo se enfrente a esa búsqueda, y de cómo reaccione ante sus fracasos. Una persona que acepta sus limitaciones a la hora de buscar respuestas tanto en sí mismo como en el mundo en su conjunto no se obsesiona con la idea de ser sabio, sino que admite que no lo es, pero se siente feliz porque sabe que está luchando por salir de su ignorancia y se siente realizado, o al menos ése es mi caso.

 Puede que existan personas que, al no hallar respuestas concretas y completamente satisfactorias se sientan frustradas. Pero yo, personalmente, opino que la recompensa no es la respuesta, sino el camino recorrido hasta ella o hasta lo más lejos que se pueda llegar si no se tiene una respuesta fija y completamente segura. En lugar de fijar la mirada en el final de una senda, se debe disfrutar de cada paso que se da, de cada momento de vida.

Yo personalmente no me siento una ignorante, pero tampoco pienso que sea infeliz por buscar algunas respuestas. No es mucho el tiempo que dedico a ese tipo de reflexión, pero creo que es más que el que la mayoría de personas de mi edad dedican a pensar sobre el sentido de su vida, de sus actos, en su identidad o en sus sentimientos o moralidad. Y tampoco puedo negar que a veces me siento un poco frustrada porque no me veo capaz de encontrar una respuesta segura a esos interrogantes; pero entonces pienso que no merece la pena, que sea cual sea el sentido de la vida, creo que ser feliz se incluye en él. Entonces le resto importancia a esos temas, porque prefiero disfrutar pensando en ellos no como una pregunta que debo contestar, sino como una pregunta que está ahí, y que contesto de manera diferente cada vez, y eso me ayuda a constatar que estoy viva y cambio. Es extraño, pero creo que es más importante pensar en posibles respuestas que encontrar la válida. Y es buscando como crecemos como persona. No soy una ignorante, ni soy sabia; no me obsesiono con buscar respuestas satisfactorias, sino que disfruto de los dilemas que me presentan; y puedo decir que básicamente soy feliz.

La verdad es que si tuviera que elegir algo, elegiría vivir feliz con mi ignoracia, porque sí, a pesar de ser
ignorante, analfabeto... sería feliz, que es lo que verdaderamente me importa en esta vida. Encontrar
esa felicidad, y si encontrarla me hace ser ignorante, quiero ser una ignorante todos los días de mi vida.
Porque de verdad, me parece que ser inteligente, analfabeto y tal... y gasta tu mentalidad en buscar la verdad
cuando realmente pienso que la verdad no existe me parece un poco ridiculo. A pesar de todo, yo no soy una
ignorante, tampoco soy la persona más inteligente que pisa la tierra, para que mentir, pero yo así soy feliz
tal y como soy, no me hace falta nada más porque tenemos que saber respetarnos a nosotros mismos para encontrar
verdaderamente la felicidad. Porque ¿Qué hay más importante realmente que aceptarnos a nosotros mismos?
Tener a alguien que realmente nos quiera, no apoye, nos ayude, y sentir, saber que está ahí pase lo que pase,
miremos a dónde miremos. Para mí antes que ser ignorante o no serlo, analfabeta o no serlo, más importante
que todo ello es saber que tengo en mi vida personas que me hacen sentir especial, y que intentan cada día
que yo también me lo crea, aunque les cueste la misma vida si hace falta. Por ello, yo prefiero ser ignorante pero
a la vez feliz, a ser inteligente pero estar siempre triste y rallada por encontrar la verdad y la felicidad.
Porque básicamente yo soy feliz, y no me considero para nada ignorante, sé que me quedan muchísimas
cosas aún que aprender, y por las que pasar, pero a la vez sé que esta felicidad que hoy gracias a Dios comparto
con gente a la que de verdad importo y me quieren, no viene acompañada de ignorancia. Porque a pesar de todo
algo de cultura tengo, y la que me haga falta la encontraré a lo largo de mi vida. Por lo que no es necesario ligar
la ignorancia con la felicidad, y la sabiduría con la "no-felicidad", porque hay millones de personas sabias
que son felices, y también puedo decir que hay otras millones de personas ignorantes que no lo son, y no la encuentran
en ningún momento.
Por ejemplo, mi hermano, para mí es una gran persona sabia, y a la vez la considero una persona feliz, que a pesar
de su sabiduría, no intenta buscar más allá de lo que no se puede encontrar, por eso, también lo considero sabio.
No pierde el tiempo en falsas esperanzas porque el tiempo es oro, y hay que saber aprovecharlo al máximo, hasta el
ultimo momento y hasta la ultima inspiración que realizemos.
A la vez, hay muchísimas personas que viven en la calle que son ignorantes, y son infelices, porque
vivir en la calle no es un motivo de alegría y felicidad principalmente, es que me da coraje que ignorancia
vaya ligado a felicidad, porque en el fondo todos sabemos que no es para nada así.
Pero bueno, como ya he dicho puestos a elegir escogería la primera opción, porque lo realmente importante
en esta vida es tu estado de ánimo y ¿de qué te sirve saber si vas a estar mal? Pues de nada, la verdad, de nada
o de bien poco. A pesar de todo, como siempre he dicho en todos los dilemas, respeto la opinión de todos
igual que los demás respetan la mía. Porque como opiniones colores, por asi decirlo. De todos modos, quiero
fomentar que aprenda todo el mundo, que la ignorancia no va ligada con la felicidad, o que al menos se lo planteen
por un momento, sin perder mucho tiempo, me da igual, pero sé que al fin y al cabo se darán cuenta y verán que
llevo razón, y que otra cosa es que las personas quieran dármela.

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