FILOSOFIESTA

HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA

En la terraza de un café, en el Mc Donalds, en el botellón. Se trata de simular que no estáis allí, que nadie os mira, que nadie se da cuenta de vuestra presencia, que sois invisibles, aunque en realidad estáis allí. Aunque bien mirado ¿noserá que realmente nadie se dá cuentya de que estáis allí, nadie os mira, sois invisibles para la mayoría de personas q2ue pasa a vuestro lado o comparte con vosotros el espacio.

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Respuestas a esta discusión

Bueno, para empezar no me resultó muy difícil practicar está experiencia cuando me encontraba en una barbacoa al aire libre entre un amplio grupo de gente. Mientras todos ellos hablaban yo me limitaba a oír, ver y callar. Cuando aún no ha pasado mucho tiempo, el hecho de no hablar y de no hacer nada no me supuso sentirme fuera del grupo, pero transcurridos diez minutos ya solo escuchaba murmullos molestos, y pasaba el rato, que yo seguía observando a la gente hablar hablar y hablar. Era en estos momentos cuando me sentía fuera de lugar, fuera de sitio. Todo el mundo hablaba y estaba en lo suyo y nadie se acercaba a decirme nada. Ni un gesto, ni una palabra,… nada. Entonces empecé a cansarme y aburrirme. Ya pasados unos veinte minutos mi cabeza se encargó de desconectar mi oído para que no pudiera escuchar los murmullos; cansado, miraba a la gente y veía bocas que se abrían y cerraban para emitir un mensaje. Cada vez me acostumbraba mas al murmullo por todo el rato que llevaba soportando aquello. Ya no esperaba que se me acercara a alguien y me dijera algo; tampoco yo iba a acercarme a alguien para intervenir en una conversación. Solo dejaba pasar el tiempo, contemplando la agonía, el aburrimiento…
Ya llevaba un buen rato sentado y decidí resbalar sobre la silla y echarme hacia atrás y concentrarme en otra cosa. Como estaba al aire libre empecé a fijarme en algún pájaro que pasaba, en los árboles de alrededor, en la gente de lejos, sintiéndome yo en la lejanía. Simplemente era una forma de tener mi mente ocupada con otra cosa para no acabar dormido de mala postura en una silla incomoda de plástico.
Había pasado ya media hora, y entonces irremediablemente me sentía cansado, con ganas de cerrar los ojos y que toda la gente de mí alrededor desapareciera, pues al fin y al cabo yo no estaba tomando parte en ninguna conversación. Es de estas veces que la gente se pone a hablar desde un principio, y ya puedes estar tú al lado cinco horas que seguro que eres invisible para ellos. Aquello era un como unos pequeños grupos masificados, porque en realidad dos o tres hablaban, y otros dos o tres por otro lado, y así…
Me espabilé, y empecé a notar el murmullo otra vez, así que me harté y me levanté. Empecé a andar en una dirección en la no hubiera mucho ruido para poder tomar el aire relajadamente.
El murmullo era más suave cuando iba alejándome y empecé a sentir un estado de calma y relax. Medité durante poco tiempo y pensé en regresar al grupo.
A la vuelta todo el mundo seguía igual, quizás algunos dispersos de otra forma, o haciendo algo distinto. Entonces cogí la primera silla que vi libre y volví a sentarme. Pasados otros cinco minutos lo que antes me había sucedido empezó a ocurrir otra vez. La gente seguía ablando y yo seguía siendo invisible y transparente entre el montón. Mi mente empezó a desconectar, solo que ahora me entro una soñarrera de tal forma que empecé a entrecerrar los ojos más o menos por la mitad intentando aguantar para no quedarme dormido.
Al cabo de un tiempo la gente empezó al calmarse por fin, y yo definitivamente estaba en las nubes. Fue entonces cuando una chica se acerco a mí y me dijo: ¿que haces? ¿Te estabas quedando dormido? Entonces volví al mundo real, me incorpore un poco y después, esto me dio que pensar. Así que llegue a concluir que los grandes grupos no son mas pequeños grupos disgregados en un mismo espacio, porque al fin y al cabo no todos comparten las mismas afinidades e irremediablemente acaban separándose en pequeños grupitos, y que van cambiando dependiendo de los intereses de la gente.

DESAPARECER EN UN SITIO PÚBLICO

 

Me ha llamado la atención esta experiencia porque tiene tan solo una respuesta y me llamo la atención que nadie quisiera contestarla, supongo que porque les parecería difícil, por eso me decidí a escribirla.  Cuando la leí me di cuenta de que teníamos bastantes cosas en común en esta experiencia  la persona que la había respondido y yo. Empezaré exponiendo el por qué de realizar esta experiencia y la situaré: me resulta una experiencia que aunque no nos hemos dado cuenta ponemos en práctico muchísimas veces, esta experiencia que voy a explicar la  realicé la semana pasada cuando yo y mis amigas nos fuimos a tomar café a una terraza de un bar y no me pareció bastante difícil. Estábamos bastantes chicas en la terraza de una cafetería porque éramos varios grupos de chicas que puntualmente nos juntamos todas (aproveché para utilizar este lugar porque aparecía en el ejemplo que nos dio el profesor en clase).  Una vez sentadas, mis amigas estuvieron contando cada una algo de lo que le había pasado en estos días, todas hablaban y daban opinión, se reían, comentaban, y seguían hablando, por su parte no había momentos de silencio, yo me limitaba a escuchar, observarlas, y callar, no decía nada, podría parecer que estaba enfadada, aunque hasta el momento no lo estaba, solo estaba observándolas preguntándome el por qué no se daban cuenta de que yo no intervenía en la conversación. Al pasar ya unos 15 minutos, estaba muy aburrida, me tentaba la idea de poder hablar y meterme en la conversación pero cuando me quise dar cuenta ya había perdido el hilo de la conversación y no sabía ni de que poder hablar, así que cogí el móvil y me puse a hablar por WhatsApp; a los minutos fui al baño, y cuando volví ellas seguían metidas en su conversación sin darse cuenta de que me había ausentado durante unos minutos, eso me molestó bastante porque parecía que no se habían dado cuenta de que yo estaba allí, nadie me decía nada, parecía invisible, podía desaparecer sin que ninguna de ellas  se percatase de ello.  Solo escuchaba distintas voces hablando de cosas totalmente diferentes, risas, expresiones de sorpresa, o de duda, yo seguí en la postura de parecer invisible y decidí levantarme de nuevo y volver a los minutos con una chaqueta que llevaba en la mano puesta a ver si así llamaba la atención de alguna, pero nada, no podía entender como se podían haber metido tanto en una conversación como para no notar nada de lo que pasaba a su alrededor,  me pareció bastante increíble, me hacía sentirme bastante apartada del grupo. Mi opinión sobre esta experiencia me parece bastante interesante, porque al simular que no estás en el lugar en el que estás con las personas que tienes a tu alrededor, nadie se da cuenta de vuestra presencia cuando estás en un sitio público y mucho menos cuando estás rodeado de mucha gente, te hace sentir en mi opinión bastante mal pues parece que has sido apartado del grupo, te sientes fuera de lugar, sientes que no estás en el lugar adecuado, pues te hace creer que eres invisible para todas esas personas aunque en realidad estás al lado suya, escuchando todo lo que dicen, todo lo que hacen, todo lo que piensan… Para concluir, os contaré como concluyó mi experiencia:  me decidí por decir que si pedíamos la cuenta, fue en ese momento cuando todas se quedaron calladas mirándome y me dijeron que porque no había hablado en toda la tarde y que si me había pasado algo por lo que estuviera enfadada y tan callada, yo les respondí que no, que todo estaba bien. Algo que me hizo mucha gracia es que justo antes de irnos una de ellas me pidió que la acompañara al baño a lo que le respondí riéndome que yo ya había ido, ella se quedó extrañada y me dijo que no se había dando cuenta, lo que me hizo verificar aún mas mi teoría. 

-Desaparecer:

en la terraza de un café.

Y adiós. Me esfumé. ¿Cómo se siente sabiendo que ya no estás? Que has desaparecido. Pf.

Parece que nada ha cambiado. Que los planetas siguen orbitando, que la Tierra no se ha caído, que el mundo no ha entrado en guerra, que a nadie le preocupa que estés o no. Parece que todo fluye como lo previsto, que la gente sigue hablando, siguen tomándose su café, corriendo por la calle, o haciendo que sé yo. Parece que nada ha cambiado. Que no ha influenciado ni positiva ni negativamente el que yo me haya ido. Las nubes siguen en el cielo, los pájaros siguen posándose en los árboles y el café cada vez se está quedando más frío. Nada ha cambiado.

Sabiendo esto ¿realmente influye que yo esté aquí, en este instante, momento, lugar haciendo lo que hago? ¿realmente tiene consecuencias?

Echemos la vista atrás. Tal vez si yo no hubiese cogido el bus, esté no habría parado, no habría malgastado 10 segundos de su tiempo, y aquella mujer que llegaba corriendo a la parada habría perdido el bus. 10 segundos más que marcan la diferencia entre parar 10 segundos antes o después. Tal vez si yo no me hubiese bajado del bus, y hubiese pulsado el botón del semáforo, ese hombre habría llegado tarde a su trabajo. La diferencia entre encontrarte el semáforo ya en verde o tener que esperar. Tal vez si yo no me hubiese sentado en esa cafetería ese camarero no me habría atendido y habría cogido el móvil en horas de trabajo suponiéndole un despido. ¿No es apasionante creer que tus actos dependen de la vida de tantas personas? Sin embargo todo esto son hechos irrelevantes. La humanidad no va a mejorar porque yo esté tomando café en esa cafetería en ese preciso instante. Pero desaparezcamos en el momento del café. Una vez que ya has hecho todo, que ya has llegado a tu destino, desaparezcamos. Dejemos que el tiempo corra a cuenta de otro y parémonos un instante a ver el mundo desde fuera sin participar en él.

La gente ajetreada en las calles corre intentando no pisar los charcos que la lluvia había dejado como secuelas de la noche anterior. Todos salen y entran de las tiendas siguiendo su destino, sus quehaceres o cualquier otro motivo que crean que es válido y justificable para estar donde están. A mi alrededor mesas vacías y una pareja charlando. La mujer malhumorada decide cabrearse en vez de deleitarse con un café que le va a costar un ojo de la cara. El mundo va demasiado rápido. Pasan unos chavales, jóvenes, dirección a aquella tienda de chuches tan poco atractiva pero cercana. Comprarán pipas, supongo, pues la única atracción es sentarse en un banco y criticar. Supongo que nunca han disfrutado de un silencio en medio de la calle. Algo que se pierden. Tras salir de la tienda uno corre atravesando la calle gritando para llamar la atención de sus amigos. A mi parecer solo es un insensato e inmaduro crío que casi iba a ser embestido por un coche, para sus amigos supongo que se habrá ganado el honor y el respeto que conlleva pasar por mitad del asfalto sin ser atropellado por un coche. Esa pareja de ancianos que, supongo, realiza una vez más su rutinario paseo de una esquina a otra de la calle. Apenas les importan los políticos, las gentes, los autobuses, o los chavales comiendo pipas. Se conforman con llegar a la esquina de la calle y volver, sin haberse roto ningún tobillo. Digamos que ellos ven la fragilidad en esos pequeños detalles superfluos difíciles de apreciar cuando tienes 16, o 26, o 36 años.

Y después de esto ¿qué importancia tengo yo haciendo una crítica sobre lo que sucede? ¿realmente alguien sabrá valorar o simplemente entender lo que pasa en la sociedad? ¿realmente alguien se habrá parado a descansar a contemplar lo que le rodea?

Seguramente esto sea lo de menos. Lo importante aquí es la poca trascendencia que tiene mi presencia. ¿Carezco de importancia entonces? Supongo que, el que no realice grandes actos transcendentales para la conservación del buen estado de la nación no significa que mi persona no influya. Me gustaría creer que para algunas personas, en mayor o menor grado, influyo en sus vidas. No me refiero a que dependan de mi para vivir, pero sí que, si por ejemplo, Dios no lo quiera, me pasará algo malo, empatizaran conmigo de igual manera que yo lo hago con ellos.

Pero a gran escala mi persona no repercute en los demás, ni en una comunidad, ni en un pueblo, ni en una ciudad. Y, sinceramente, he deseado y desearía que esto no fuese así. Me gustaría cambiar la vida de las gentes. No hablo de participar en una ONG, o de hacerme político, sino haciendo algo que me guste, en lo que me vea capaz, y que pueda sacar una sonrisa a los demás. Pero tampoco quiero un protagonismo innecesario. Me basta con la recompensación que recibo haciendo buenos actos. Gratitud hacia mi mismo por conseguir hacer algo que yo creo que es bueno y favorece a los demás. Por esto nadie necesita saber quien soy o que hago, pues la fama pudre.

Experiencias como estas te ayudan a entender que eres la más mínima parte del mundo. Que tu presencia vista desde un nivel externo general (un país etc) es innecesaria. Que muchas veces debemos poner los pies en el suelo, relajarnos. Ser conscientes de que no somos el centro de nada, pues como nosotros hay muchísimas personas más. Pero, que esto no quita que no podamos ser importante para alguien. Y creo que es esa importancia la que se debe demostrar diariamente. Que, aunque tu existencia en este mundo dure 80 años, y no seas recordado por tus grandes hazañas, ni tu nombre salga en los libros de texto, ni nadie se eche fotos con tu tumba, y no tengas una bonita estatua en alguna plaza importante, aunque nada de esto pase, hay personas que te recordarán.

Da igual cuantas sean. Muchas ni si quiera serán de tu familia, ni de tu círculo de amigos ese que considerabas íntimos, ni de tu escuela, ni tu trabajo, ni tus vecinos. Pero es el recuerdo de esas personas lo que hace que tu vida en la tierra haya merecido la pena. Que seas recordado por tu personalidad, por tus ideales, por lo que eres, por lo que yo quiero ser recordado. De igual manera que yo recordaré en un futuro todas esas personas que estén conmigo que, aunque no van a descubrir una cura para el ébola, ni se enfrentarán al presidente del gobierno, ni conocerán al rey, han sido importantes para mí, y al final, eso es lo único que importa. 

Esta experiencia es muy difícil pero en realidad al leer algunas de ellas, me parecieron  interesantes y decidí intentarlo porque quería descubrir que sensaciones podría sentir y sobre todo quería vivir esa experiencia.

Decidí que el día para llevarla a cabo sería un viernes que decidimos bastantes amigos irnos a comer y estar toda la tarde juntos.

Una vez que estábamos todos en el restaurante, decidimos  coger una mesa bastante amplia que daba justo al lado de una hermosa cristalera que daba a un patio maravilloso lleno de vegetación, nos pareció el sitio ideal para estar todos juntos y hablar de nuestras cosas.

Todos estábamos ansiosos por contarnos todo lo que nos había pasado durante una semana y sin darnos cuenta estábamos enfrascados en la conversación, de repente deje de hablar y empecé a  observar a mi alrededor que todos hablaban y reían  sin parar  y yo empecé a sentirme mal, porque nadie parecía darse cuenta de que yo no estaba participando en las charlas, en ese momento me sentí fuera de lugar y me empecé a agobiar, nadie se preocupaba por mí y ni siquiera me miraban fue una sensación muy extraña, todos seguían hablando sin percatarse de  mi ausencia. Empecé a moverme en la silla para ver si cogía una postura cómoda pero el problema yo creo que no lo tenía la silla es que yo cada vez me sentía peor. Entonces decidí salir al patio para ver si alguien me echaba de menos pero mi sorpresa fue que al levantarme nadie pareció darse cuenta de lo que  hacía. A continuación me fui al patio y dese allí  se podían escuchar las risas de mis amigos y el murmullo de sus conversaciones.

Al entrar me quedé unos minutos de pie y los mire fijamente pero ellos no parecieron darse cuenta  de  ello y siguieron con sus risas. Todos parecían felices, no paraban de hablar entre ellos y  como el llevar la conversación entre un grupo grande era bastante difícil, empezaron a hacer grupos de dos o tres más o menos.  Me llamo la atención que ninguno de ellos me mirara o me preguntara que es lo que estaba haciendo allí de pie,  pero parecían estar muy distraídos y ensimismados en la conversación y el que yo  hubiera salido al jardín no fue ningún tipo de preocupación para ellos.

Mire a mi alrededor y el salón estaba casi lleno,  la mayoría de las  mesas habían sido ocupadas por grupos de amigos, familias, grupos de trabajo etc.  Mire de izquierda a derecha pero nadie me miró, entonces volví a sentarme y decidí escuchar algunas de las conversaciones que mis amigos tenían y  que parecían estar pasándolo genial, entonces yo hice un esfuerzo por integrarme en el grupo pero en realidad era bastante difícil ya que  no sabía de qué hablaban y por tanto no podría opinar al respecto. En ese momento empecé a aburrirme, no sabía qué postura coger en la silla, saque el móvil y le eché un vistazo para ver si tenía algunos mensajes.

En  ese preciso  momento el camarero se acercó para traernos la cuenta. Entonces me incorpore en la silla y volví a la realidad,  fue en ese momento cuando mi amigo me dijo, que si estaba enfadado ya que  había estado muy callado durante la comida, enseguida le conteste diciendo que todo estaba bien.

Después decidieron salir al jardín para verlo y yo les dije que antes del postre, había estado un ratito y que era un lugar maravilloso. Ellos me dijeron muy asombrados que no se  habían dado cuenta en que momento me había ausentado durante la comida.

Después yo me pregunte en que momento había desaparecido del salón, cuánto tiempo  y si  en realidad eran tan buenos amigos como yo creía ya que me parecía un poco extraño el que no me hubieran echado de menos. Todas estas preguntas se agolparon en mi mente y entonces  me empecé a agobiar.

Tras un rato llegué a la conclusión de que con tu mente puedes conseguir lo que quieras, si deseas desaparecer lo conseguirás porque tú mismo haces que para los demás seas invisible.   

Creo que hacer la comprobación y escribir a continuación lo que e sentido y demás me parece una tontería, eso lo hacemos miles de veces, tan solo tenemos que recordar.

La prueba consiste en desaparecer de la terraza de un café y la respuesta es bien clara, no pasa absolutamente nada, nadie se da cuenta, de hecho estoy segura de que aunque estés una hora y media sentada y de repente desaparezcas sin mas y luego le preguntas a la gente por mi ropa, mi color de ojos o de mi actitud nadie sabría responder.

Por una parte pienso que está muy mal porque eso significa que estamos tan concentrados en nuestros pensamientos, tan lejanos a lo que nos rodea, que no vemos muchas cosas; pasa como con los móviles, sin darnos cuenta nos apartamos y estamos tan sumidos en nuestras cosas que no nos fijamos en los demás. Y por otro lado, por sacar una parte positiva, que no nos fijemos en los demás puede significar que le estamos prestando toda nuestra atención a la compañía con la que estemos.

Yo la verdad es que me fijo muchísimo en todo, en la ropa, en los gestos, el olor, con quien están, pero porque soy asi y dudo que haya mas gente que haga lo mismo, mucha gente dice que eso es ser cotilla, pero yo no lo creo así porque para mi cotilla seria el estar al lado intentando enterarme de que hablan y todo eso.    Por eso yo creo que yo si me daría cuenta de si alguien desapareciera de repente, pero por lo general mas del 90% de la gente no se daría cuenta de la ausencia de una persona ajena a él.

Al menos si por el contrario es una persona de su entorno, que convive con el todos los días, por ejemplo alguien de la clase o incluso del colegio, si se notaria su falta por que es como que te acostumbras a verlo y a su presencia y que de repente un día falte se te hace extraño.

En conclusión, puedo sacar de esta experiencia que prácticamente todo el mundo nos centramos solo en las personas que conocemos, a veces incluso ni en las que conocemos, en amigos que están mal y que no nos damos cuenta que necesitan nuestra ayuda porque somos tan egoístas que solo pensamos en nosotros mismos, debemos fijarnos mas en nuestro alrededor porque esto no solo sirve para darte cuenta de quien falta en una cafetería y quien no, sino de gente que como he dicho antes necesita de nosotros pero como no nos damos cuenta de que les hacemos falta no les hacemos  caso.

Curiosa frase, la verdad, quien no se ha planteado alguna vez la posibilidad de desaparecer, después de tantas veces verlo en películas o vérselo realizar a algunos de nuestros personajes favoritos . Pues si al parecer si se puede lograr aunque sea difícil de creer, si quizás esta misma historia hubiera sido contada por otra persona sinceramente tampoco me lo hubiera creído pero aun así voy a intentar detallar lo mejor posible este extraño fenómeno.
Me encontraba en un gran centro comercial conocido en mi ciudad , aunque ese no era el plan inicial ya que en principio como cualquier sábado normal había quedado con mis amigas para dar una vuelta con el propósito de pasear , charlar, lo típico que se puede realizar un sábado pero debido al tiempo decidimos recogernos en algún sitio y la opción más viable fue este famoso centro comercial ya que es conocido por su diversidad de restaurantes , tiendas … Bueno pues la tarde fue transcurriendo más lento que de costumbre debido a que no había mucho que hacer allí dentro y mucho menos con el presupuesto que yo contaba en ese momento a pesar de todo ello mi amiga maría , que es la más alocada de todas decidió que para animar la fiesta podíamos hacer algún tipo de broma , algo normal en ella . El caso es que se le ocurrió llamar a un antiguo ex amigo mío, por llamarlo de alguna manera, porque ni yo sé exactamente que fuimos, bueno que me desvió del tema, el caso fue que al principio no me hizo ninguna gracia pero luego pensé que en cierta manera una broma no mata a nadie, así que acepte.
Esta peculiar idea de maría consistía en avisar desde mi teléfono, a la persona antes mencionada de que acudiera lo antes posible al lugar donde nos encontrábamos y así dejarlo plantado o algo así, ya improvisaríamos .Aunque suene cruel realmente es menos de lo que parece y además merece pero bueno eso es otra historia que otro día puede que os cuente, el caso es que todo salió según lo previsto, bueno hasta cierto punto…
Tal como le habíamos dicho apareció en la puerta de detrás no paraba de moverse de un lado para otro , supongo que buscándome ... en ese momento si sentí un poco de culpabilidad pero recordando un par de cosas esta sensación se fue rápidamente , el resto parecían divertirse de lo lindo mientras lo grababan pero algo inesperado paso y es que maría precisamente no es conocida por su discreción ya que habla demasiado fuerte … Él nos divisó a lo lejos y pude ver perfectamente como sus ojos se clavaban en mí , al principio pude ver una pizca de enfado pero al momento descubrí que más bien revelaban decepción y dolor .. Después de tanto…
Todo sucedió muy rápido cerré los ojos como así todo fuera desaparecer, intente evadirme del mundo, pensar en algo que me aliviara y no puedo describir ni mucho menos explicar lo que sucedió solo sé que cuando abrí los ojos no parecía encontrarme en el mismo lugar, todo estaba más oscuro, mis amigas no estaban, ni el... ¡ESTABA EN MI HABITACION!
Todo había sido un sueño quizás... pero era tan real... No se me encontraba desconcertada la verdad. A día de hoy todavía es todo un misterio lo que sucedió aquel día, algo más parecido a la ficción que a la propia realidad... Siempre he pensado que las películas no pueden ser ficción completa en algo se han debido de basar , diariamente pasan cosas que no se pueden explicar de maneras científicas así que a lo mejor es cierto que muchas veces la realidad supera a la ficción , por lo menos en mi caso sucedió .

Me imagino en cualquier sitio público, por ejemplo en un centro comercial, vamos a decir gran plaza situado en Málaga, y vamos con nuestros amigos , porque teníamos ganas de visitar ese centro comercial, en un coche iba yo con un grupo y en otro iba mi otro grupo de amigos, pero todos juntos. Al llegar allí a la hora de comer, decidimos ir al KFC a comer y una vez habiendo terminado de comer, porque yo no podría desaparecer antes de comer, me moriría de hambre, antes de que traigan justo la cuenta, yo desaparezco, entonces mis amigos se quedarían pensando que donde estaba, y me llamarían mil veces, lo primero para pagar la cuenta, mi parte y segundo para preocuparse por mí y poniéndome yo en la situación de mis amigos, no sabría que pensar y buscaría por todos sitios a ver si me encontraba.

Pasadas unas horas que ya es hora de volver de Málaga, después de pasar toda la tarde mis amigos buscándome decidieron llamar a la policía, pero en realidad yo estaba escondido viendo a ver que hacían y si de verdad se preocupaban por mí, al ver que llamaron a la policía y avisaron a mis padres y todos estaban preocupados por mí decidí llamarles por teléfono e intentar inventarme una excusa como me han intentado secuestrar y no decirles que les había gastado una broma, mas que nada por no pagar la cuenta y no se enfadaran conmigo, y mis padres y la policía diría lo mismo y que no me acuerdo de nada, creo que si no les hubiera importado, se hubieran ido de compras y a ver Málaga entera y sobre todo a la playa, que era lo que teníamos pensado hacer justo después de comer, pero no , se privaron ellos de sus cosas y decidieron estar buscándome y eso demuestra que importas.

Si por otra parte, no hubieran detenido sus cosas para buscarte y hubieran ido a la playa y luego de compras, demuestra que no haces falta o quizás falta de interés porque estés tú y debes buscar gente nueva con la que salir o cambiar de amigos, ya que esos han demostrado no importarles nada y que les da igual que estés o que no, aunque hay veces que es mejor no realizar esas cosas ya que puedes llevarte un palo o esperar cosas de personas que no esperarías que hicieran eso o que harían otra cosa y se preocuparían por ti.

Yo creo que si lo hiciera tengo los amigos que si se preocuparían ya que me demuestran con sus cosas y su forma de ser conmigo que les importo y no me puedo quejar en esa situación, aunque pienso que al principio no se creerían que me han secuestrado, creo que me conocen y dirían que me he ido para no pagar, son muy.. dejémoslo ahí.

Me gustaría desaparecer siempre que estuviera con gente diferente, para ver de verdad a quien le importo y quien me buscaría y la gente que volvería una vez que ya estuviese en casa, y creo que poca gente lo haría, se contaría con la palma de la mano, o a lo mejor me llevo una sorpresa y lo hace mucha gente, nunca se sabe como es cada persona aunque tu creas que sabes como es y la conoces, pero puedes tener una impresión equivocada o quizás te muestra diferente de cómo es en realidad.

Los que mas confío serían mis padres, mi hermano, mis mejores amigos( que son 5 o 6) y dos o tres amigas, que se que vendrían y me buscarían hasta encontrarme.

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