HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA
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Es curioso cuanto menos el hecho de ir por la calle sonriendo a todo el mundo… ¿Porque lo es no? A ver, nadie va por la calle sonriendo a todo el mundo. ¿Pero, porque no? Antes de hacer esta experiencia, para ser sincero, antes de leerla siquiera, yo he llevado gran parte de mi vida sonriéndole a la gente por la calle. Iba a derivar por otro lado, pero me he fijado que siempre que he intentado escribir `` sonreír ´´ inconscientemente he escrito ``saludar´´, porque básicamente, no es nada diferente. Una sonrisa es una forma de saludo, pero tiene un curioso matiz.
Si le sonreímos a una persona conocida, ¿no se puede considerar acaso una vaga muestra de que te has percatado de su existencia? Simplemente por no tener ganas de levantar la mano y saludarle. También hay diferentes tipos de saludos, y a veces un saludo algo más elaborado, como unos buenos días, ¿qué tal? Puede resultar algo comprometedor… Esto no lo desarrollaría en experiencias si no lo hubiera sentido. Hace unos días me percaté de que, para saludar a alguien, ya no se usan frases largas, ni siquiera un gesto significativo de la cara (como en este caso una sonrisa) sino que basta con un simple y casi mudo sonido, como un yeeep. En estos casos, una sonrisa puede no significar absolutamente nada.
Pero pongamos el caso de una persona desconocida para ti. Vas por la calle, como esta misma mañana, y saludas a aquellos que ves. Aunque, el ``aquellos que ves´´ tiene trampa. Yo, al menos, no me voy a parar a sonreírle a una persona que va borracha, ni a una persona con mala pinta,… ¿o sí? Dejando fuera la lucha de si una persona así es más o menos persona, cabe destacar el motivo por el cual no saludas, no saludo, tanto como (quizás) debería. El que responderán. Y es una idea curiosa, porque realmente sabes que tú a esa persona no la vas a volver a ver, y sin embargo te dejas llevar por eso. A la hora de saludar, de sonreír, y ya paso a mi persona, a mi experiencia, hay que dejarse llevar. Hay que pensar en el Efecto Mariposa, y en como algo tan simple como una sonrisa puede cambiarle el día a alguien. Para desarrollarlo, pongámonos en un ejemplo… algo extraño.
Un hombre va caminando por la calle enfadado, y está en el paso de cebra cuando de repente llegas tú, y simplemente le dedicas una sonrisa. Luego pasas y te vas. El señor, que iba a cruzar en ese momento, se detiene. Él era el único en el paso de cebra, y un coche llega a mucha velocidad. Si no te hubiera visto y no se hubiera girado, el coche se lo habría llevado por delante. De esto se pueden desarrollar luego otras ideas algo más fantasiosas, como que podría haber tenido unos hijos que habrían curado el cáncer. Pero lo importante es quedarse con la idea de la sonrisa.
Cuando voy por la calle y sonrío a alguien, y lo he hecho más de una vez, hay principalmente dos maneras de que reaccione. O bien puede sonreírte a ti, con lo cual te sentirás feliz y contento, o bien puede mirarte raro, lo cual, lejos de sorprenderte o enfadarte te hará reír, o al menos eso me pasa a mí. Es una opción que no te mire, o que no responda a la sonrisa, pero es poco probable.
El enunciado de la experiencia pone que indique el antes, durante, y después, y en las 50 palabras que me quedan lo haré, ya para terminar.
ANTES: Al principio no parece haber una antes, porque realmente no sabes a quien vas a saludar, ni tan siquiera si vas a saludar a alguien
DURANTE: La sensación de no saber cómo va a responder desaparece tras una gran sonrisa por parte del otro.
DESPUÉS: Te vas feliz y contento y continuas tu camino, sabiendo que el hará lo mismo con el suyo.
Tan sencillo, y tan poco común… ¿PORQUE NO PRUEBAS TU TAMBIÉN?
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