FILOSOFIESTA

HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA

Con cualquiera, me dá igual, y en principio a tí tambien. Luego no, luego vas a sentir apego, cariño. Por lo más absurdo, por lo más pequeño, por lo que nunca usas, por lo más extraño. Procura seleccionar un objeto al que no tengas ya cariño, no vale el anillo que te regalo aquel chico. Más bien el folio a punto de ser reciclado o algo parecido. ¿es tan fácil sentir apego a algo? ¿puede sentrise apego por algo que no está vivo? ¿en que has basado tu sentimiento de cariño hacia ese objeto? ¿y las personas? ¡despréndete del objeto ahora! ¿puedes? ¿por qué?

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Respuestas a esta discusión

Esta experiencia parece un poco extraña, pero ala vez me causa risa. No sé pienso que claro que puede uno encariñarse a algún objeto. Parece que no pero a mi me ha pasado, y no por aquello que me regalaron si no por aquello que yo compré o que desde pequeña me han como acostumbrado a llevarlo conmigo. Parece un poco absurdo quizás pero imposible claro que no lo veo. Incluso esta experiencia me parece un poco divertida.
Es como a algunos niños o niñas pequeños o pequeñas, que desde que eran unos moscos le han acostumbrado a dormir con algo y desde ese momento no pueden dormir o vivir sin ello. Es como ese ejemplo que hemos tenido muchos de nosotros, el llamado “chupe” o “chupete”, este último más utilizada, el anterior es una abreviatura. Todos empezamos con él, pero un día nos lo quitaron nuestra familia… Pero como éramos pequeños tampoco nos enteramos de cómo eran las cosas. Quizás los primeros días se nos hizo un poco difícil, en plan ¿y donde estará mi chupete y en plan así, pero después como si nada. A mí desde pequeña me acostumbraron a dormir con una especie de almohada. Tenía 2 o 3 de ellas y creáis o no, aún las tengo, bueno no mentira tengo aún 2 la 3 se me perdió, no sé no la encuentro… y la verdad aunque no os lo imaginéis sigo durmiendo con ellas. A muchos lados me la he llevado pero ya por ejemplo ya no me la llevo, de mi casa no la saco. Pero antes, era un mundo diferente, era otra etapa más bien, porque me la llevaba a todos los lados, y sin ella no podía dormir. Ahora sin embargo, en cualquier cama, caigo redonda sea con la almohadita o sin ella. Algo así también me pasa con los peluches, los peluches y yo son igual a todo, son mi vida. De pequeños mi hermano y yo jugábamos a ponerle nombres, y aún los conservan. Me hace gracia pensar que he estado tanto tiempo con los peluches, que son eso, seres inertes; pero no sé, puede parecer estúpido, pero es que… los quiero 
También hace poco me pasó esto con mi cámara nueva. Que estoy que no puedo separarme de ella, es como una hermana para mi o no sé, parecerá que estoy diciendo tonterías, pero es que es ella la que captura tantos momentos de nuestra vida, y es un aparato tan bonito que me encanta. Además a la tecnología ha avanzado mucho respecto a esto, como el uso de las cámaras digitales (como la mía y la de mucha gente…) que en cualquier momento puedes hacer una foto, y si no te gusta la puedes ver y al instante la puedes borrar. No sé es una gozada tener un objeto así ¿no?
También hay otros hábitos que tenemos que son en plan de que te compras algo y te encanta y no paras de usarlo y tal. Pero hay a veces que depende del objeto, pues lo sigues o no utilizando, eso quizás nos ha pasado a todos constantemente con los juguetes…
Ahora que lo haga yo ahora con algo, pues por ejemplo tengo aquí a mi izquierda un espejo. ¿Qué sí me podría encariñar con él? Creo que rotundamente que sí. Porque me empiezo a mirar… en plan si tengo algo en los ojos, si tengo alguna espinilla y cosas así, que quieras que no, son pequeñas cosas que hacen que le cojas cariño a dicho objeto (en este caso el espejo que he encontrado a mi izquierda) y no puedas parar de utilizarlo. Es decir, a lo que me refiero es, que si te lo quitan ya pues lo echas en falta y no sé pero uno se termina encariñando a cosas inertes, que parece que no te vas a encariñar con él, pero al final depende del objeto te terminas encariñando.
Bueno yo soy Sócrates, estoy en alias, por eso no puedo decir mi nombre, ya que si lo dijera sabríais quien soy yo. He querido hacer esta experiencia fundamentalmente porque me ha llamado mucho la atención cuando me la dictaron en clase y más tarde cuando lo vi en casa. Bueno la verdad es que es rara pero después de hacerla creo que me he vuelto mas loca de lo que estoy, ahora lo cuento.
Era un bonito y caluroso dia de calor, que no puede salir porque tenia que hacer esto y estudiar, y de repente volvi a la experiencia de encariñarte con un objeto. Porque como he dicho antes he querido hacer esta experiencia fundamentalmente porque me ha llamado mucho la atención cuando me la dictaron en clase y más tarde cuando lo vi en casa. Y bueno en mi opinión durante nuestra vida nos encariñamos con un montón de objetos, tanto pequeños como grandes eso da igual. Lo importante era encariñase, sobre todo, bueno al menos yo de pequeña me encantaba encariñarme con los peluches y ahora los peluches me siguen gustando.
Resulta que me he encariñado con un objeto bonito, pero que al prinipio estaba por tirar porque me traía malos recuerdos, es una pusera azul de delfines, me la compré en Francia, pero al principio no me gustaba porque durante los días que estuve en fracia me la pase bien con unas compañeras, pero al volver no se porque pero deje de hablarles, porque yo me iba con una persona que no se juntaban en clase, y pues aunque quería hablarles no me atrevi vaya a que metiera la pata, y la pulsera la tiraba al suelo, la envolví en el pañuelo de un pantalón y no la volvi a ver hasta hace poco, que estaba por tirarla pero me recordaba lo tonta que había sido a no seguir hablando con la gente de ese viaje. Pero luego al dia siguiente me leyeron la pregunta en clase y me di cuenta que era el objeto perfecto y me pregunte ¿es tan fácil sentir apego ala pulsera de delfines que estoy por tirar? Me recordaba lo tonta que había sido a no seguir hablando con la gente de ese viaje… luego al dia siguiente me leyeron la pregunta en clase y me di cuenta que era el objeto perfecto…pero los recuerdos… y me pregunte ¿puede sentrise apego por algo que no está vivo? Sí, eso creo que si por otras cosas si hasta por una foto de alguien, una pulsera, no precisamente la de los defines azules… , un collar, algo que te hayan regalado alguien que quieres… por supuesto que si¡¡ Me pongo a pensar en una cosa positiva, me recuerda que debo ser fuerte hacer lo que pienso y lo que siento y a no hacer lo que los demás esperan de mí solo por el que dirán¡¡ ¿en que has basado tu sentimiento de cariño hacia ese objeto? Bueno lo acabo de decir ahora cuendo la veo me pongo a pensar en una cosa positiva, me recuerda que debo ser fuerte hacer lo que pienso y lo que siento y a no hacer lo que los demás esperan de mí solo por el que dirán¡¡ luego veo la pregunta de ¿y las personas? Sí, las personas están vivas, y claro que hay sentimientos hacia ellas sobre todas a algunas personas, la que comienza a ser tu mejor amiga, la que es un par de años mayor y te da consejos , ese chico que solo sabe lo que sientes hacia el tu mejor amiga…
Ahora sigo leyendo.. y leo ¡despréndete del objeto ahora! Me quedo diciendo… a ver me han dicho que me encariñe con un objeto al que tenía manía y estaba a punto de tirar o por el valcon o no se a donde pero lo iba a tirar y ahora me dicen despréndete del objeto ahora! Pues lo siento pero no¿ que porque? Porque ahora me sieve de lección cuando la veo me pongo a pensar en una cosa positiva, me recuerda que debo ser fuerte hacer lo que pienso y lo que siento y a no hacer lo que los demás esperan de mí solo por el que dirán¡¡

Yo creo que las personas mas que tener apego a un objeto, tenemos apego a lo que ese objeto significa, es decir ,a la persona que nos recuerda. También un objeto puede recordarnos a una experiencia vivida con alguien. Por ello si ese objeto no nos recuerda a nadie ni a ninguna experiencia, será difícil sentirle apego.

Cuesta desprenderse de ese objeto, en especial si es un recuerdo de una persona que ya no esta con nosotros. Podríamos decir "despréndete de ese objeto, y te acuerdas de esa persona a través de tu mente, recordando todos los momentos que has pasado con ella", pero con el paso del tiempo, la mente se nos va, digamos, "estropeado" y podemos llegar a olvida a esa persona. Por ello nos quedamos ese objeto, para que nos ayude a recordarla y veamos que fue real.

ENCARIÑARSE CON UN OBJETO

Es fácil encariñarse con un objeto.Para que ocurra este hecho basta con que el objeto sea hermoso en sí, nos traiga recuerdos o represente algún logro.

Son realmente muchos los motivos por los que uno se puede encariñar con un objeto.

Una vez vi como una joven acariciaba con delicadeza una vieja polvera. La polvera era dorada y en el centro de la tapa superior tenía incrustada una especie de placa color caramelo. Los filos estaban gastados. Pude fijarme en este detalle porque  la joven abrió la polvera. En el interior, en la tapa había un espejo y la base tenía una especie de tela muy fina que hacía de filtro para que los polvos sueltos de maquillaje no se cayeran. Sobre  la tela había una borla muy fina y gastada. La muchacha cogió la vieja borla y se la acerco a la nariz, aspiró y de forma instantánea aparecieron lágrimas en sus ojos. Aquel olor que desprendía el maquillaje de la polvera le hizo recordar a alguien. Estoy seguro que el afecto que demostraba tenerle a ese pequeño estuche de maquillaje estaba relacionado con algún recuerdo, quizás   perteneció a su madre, o tal vez  a una persona muy querida por ella. 

En otras ocasiones el aferrarse a un objeto nos hace sentir más seguros, no se trata de creer en supersticiones o amuletos. Son objetos que te dan seguridad por lo que representan. Como le ocurre a un amigo, cuando se siente inseguro o cuando quiere infundirse valor, aprieta con su mano izquierda una pequeña cruz de oro que lleva colgada al cuello.

¿Por qué nos encariñamos a los objetos? Creo que nos encariñamos a algún objeto en especial por el significado que nos aporta. Es más importante lo que nos recuerda o significa que el propio valor del objeto en sí. Cuando algo nos trae recuerdos de alguien querido, si nos hace sentir bien etc. Los objetos en ocasiones simbolizan un logro, un mérito reconocido, por ejemplo un trofeo o una medalla. Puede simbolizar un sentimiento o una unión. En definitiva pienso que es fácil encariñarse con algún objeto en especial por lo que representa para nosotros independientemente del valor material que tenga.

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