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Good Bye Lenin! 3er trimestre

La trama transcurre en octubre del año 1989, en la ex Alemania Oriental (RDA), cuando cae el Muro de Berlín, y con él comienza el ocaso de la ex Unión Soviética y todos los estados socialistas de la Europa del Este. El proceso es traumático para todos los simpatizantes de estos regímenes totalitarios, y es ésta la problemática que da vida a Good Bye Lenin!. Cómo hacer que una madre fuertemente comprometida con la causa comunista no termine muriéndose al ver que se desmorona el régimen que tanto admira, y por el que tantos sacrificios personales ha realizado. La mujer (Katrin Saas) pierde el conocimiento y entra en coma tras ver arrestado a su hijo Alex (Daniel Brühl), quien formaba parte de los miles de alemanes orientales que protestaban días antes de la caída del muro.

Alex al ser liberado se entera de esta noticia y decide hacerse cargo de su madre, en contraste con su hermana Ariane (Maria Simon), quien con una frialdad increíble demuestra un completo desinterés por su progenitora. Pero lo que ninguno de los hermanos podía suponer es que en cosa de meses, y de manera inesperada, su madre recobraría la conciencia y lentamente comenzaría a mejorar. Es ahí donde a Alex se le ocurre una ‘brillante’ idea: fingir que el colapso socialista en la ex RDA nunca ocurrió, permitiendo con esto que la recuperación de su madre sea más rápida y menos dolorosa. Enterarse de la verdad podría resultar fatal para ella, al menos eso es lo que él supone. A regañadientes consigue que su hermana y su novio lo ayuden a preparar su cuarto, quitándole todo mueble y decoración que revele el nuevo estado capitalista de la nación, para volver a convertirlo en el mismo viejo cuarto donde la madre ha pasado todos esos años bajo el régimen de Eric Honecker.

A tal punto llega la obsesión de Alex por impedir que su madre descubra la nueva realidad de Alemania, que junto a uno de sus compañeros de trabajo, con el que reparte suscripciones a la televisión vía satélite, elabora videos caseros para hacerle creer a la madre de Alex que aún están en el régimen comunista. Hasta los vecinos ayudan a Alex, cuando visitan su casa, se visten como lo hacían meses atrás, y manteniendo conversaciones que no revelen en nada la nueva situación política y social del país. Su hermana insiste en que es una locura, pero es la nueva novia de Alex, Lara (Chulpan Khamatova), quien decide poner término a toda la farsa, cuando ya se hace insostenible esta situación.

Es una historia sumamente original y reflexiva, que contada con un ritmo intenso y una musica muy cuidada se hace imposible dejar de verla. Wolfgang Becker consigue llegar al alma del espectador, y no solo a través de las peripecias del protagonista, Alex (Brühl), ya que uno de los clímax más potentes se da cuando Alex descubre que su padre no los abandonó ni a él y a su hermana cuando eran pequeños, debido a su viaje a Occidente donde encontró un nuevo amor, sino porque su propia madre no fue capaz de romper con el régimen, prefiriendo sacrificar su matrimonio para no abandonar la causa socialista. Alex y Ariane descubren brutalmente la verdad, después de varios minutos en que las sonrisas del público se escapan con cada una de las escenas relacionadas con el engaño en la habitación. Destacable también lo es la escena del reencuentro entre Alex y su padre, en este último papel el actor Burghart Klaussner. Lo mismo ocurre cuando todos los personajes son testigos de cómo la caída del Muro, y la consecuente occidentalización del lado oriental, casi todos quedan descolocados frente a esta nueva realidad. Al parecer Lenin, después de todo, no se revolcó en su tumba.

En definitiva, una excelente película, la trama no gira alrededor de la caída del régimen comunista en la ex Alemania Oriental, sino en el gran amor que un hijo es capaz de sentir por su madre, lo que lo hace actuar de la forma en que lo hace. Totalmente recomendable para los alumnos de 4º de ESO que estudian Historia Contemporánea de Europa y para los de 2º de Bachiller que estudian a Karl Marx."Good Bye Lenin" es, pues, una brillante producción del cine europeo, a estas alturas ya un clásico.