HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA
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El resumen de este cuento es que había dos ranitas que le encantaban salir por el prado dando saltos, pero un día, en una vaquería, al encargado de esta vaquería se le olvido cerrar un cubo y las ranitas cayeron en el, y por mucho que intentaban nadar para salir de él, no lo conseguían hasta que una de ellas se rindió y murió, pero la más joven, siguió luchando y convirtió la leche en mantequilla y pudo salir de un pequeño salto de nuevo al prado. Pienso, que la enseñanza que este cuento desea transmitir es la de que no hay que rendirse nunca por muy difícil que nos parezca el problema que tenemos ante nosotros, y aunque creamos que no hay solución para ese problema, siempre la hay, y, por tanto, debemos luchar como hizo la ranita joven sin abandonar por superar nuestros problemas o obstáculos que relacionándolos con el cuento sería el salir del cántaro de leche.
La enseñanza que he explicado que transmite este cuento, se puede relacionar muy bien con algún suceso que ha pasado en mi vida como puede ser por ejemplo el tema de los estudios, puesto que, como a todos siempre hay algo en los estudios que nos parece muy difícil, y en mi caso, era el inglés, puesto que yo estudiaba mucho pero siempre sacaba 4 y ya dije pues para que seguir estudiando si total siempre saco lo mismo, y estuve a punto de tirar la toalla como hizo la ranita grande, pero mi hermana me animó a seguir adelante y a que confiara más en mi, ya que si hacía esto, podría aprobar esta asignatura sin mayor problema, pues eso hice, estudié con la motivación de que no estaba bien tirar la toalla y que yo podía sacarlo, y esta decisión la vi reflejada en el 7.5 que saqué en el último examen de ingles de 4º de la Eso.
Este es uno de los cuentos de las que la moraleja es muy fácil extraerla y del que nos tenemos que aplicar muy bien el ejemplo de la ranita. Y más nosotros que somos estudiantes de 1º de Bachillerato, estamos en una nueva etapa, en una etapa en la que todo nos cuesta mucho más, todo es mucho más difícil y muchas veces sentimos ganas de abandonar la lucha por aprobar y sacarlo todo con buenas notas. Es una lucha que no debemos dejar que pueda con nosotros porque tenemos unos ideales, tenemos unos intereses y estamos estudiando y nos estamos formando para poder tener un futuro digno, un futuro lleno de posibilidades y un futuro en el que el día de mañana, podamos escoger el trabajo que más nos guste, porque somos los futuros jóvenes y porque somos la esperanza del mañana.
Debemos de hacernos la vida fácil a nosotros mismos y a los demás porque todos nos merecemos la misma parte y tenemos el derecho de ser felices. Aunque felicidad es una palabra difícil de entender, definir y conseguir, ya que no es nada fácil conseguirla vamos a intentar estar lo mas cerca posible de ella, pero, para conseguirlo no debemos de hacerlo solos, cuanta mas y mejor compañía, mejor. Para todo ello es necesaria la constancia y el esfuerzo. La constancia es la virtud que nos conduce a llevar a cabo lo necesario para alcanzar las metas que nos hemos propuesto, pese a dificultades externas o internas, o a la disminución de la motivación personal por el tiempo transcurrido. La constancia sustenta el trabajo en una fuerza de voluntad sólida y en un esfuerzo continuado para llegar a la meta propuesta venciendo las dificultades e incluso venciéndonos a nosotros mismos. Y el esfuerzo es una bella palabra que nos da el orgullo de lograr grandes o pequeñas cosas aplicando nuestro Esfuerzo, es por ello que es una de las palabras que nos enorgullecen. Ya que sin nuestro esfuerzo poco podríamos hacer, pero que inmensa satisfacción en cualquier orden de nuestra vida es lograr algo con Esfuerzo. Se siente y se demuestra a nuestros semejantes que cuando uno pone Esfuerzo las cosas en la mayoría de los casos se llegan a concretar.
En definitiva pienso que hay que tomar ejemplo de todo lo que ocurre a nuestro alrededor en el transcurso de nuestra vida, porque, como no, de los errores se aprende. El error es nuestro mejor profesor y no hay mayor satisfacción que el que sana su dolor.
Para hacer que una lámpara esté siempre encendida, no debemos de dejar de ponerle aceite. La gota horada la roca, no por su fuerza sino por su constancia.
Si añades un poco a lo poco y lo haces así con frecuencia, pronto llegará a ser mucho.
La constancia es la virtud por la que todas las cosas dan su fruto.
La constancia es el complemento indispensable de todas las demás virtudes humanas.
A la tercera va la vencida.
Nada es constante en este mundo sino la inconstancia.
Para concluir la actividad pienso que, deberíamos de ser más constantes para lograr aquello que nos preocupa y aquello por lo que luchamos. Una lucha en la que jamás nos tenemos que rendir, porque de nuestro esfuerzo depende nuestro futuro, depende de lo que queramos hacer en un futuro próximo y de los que queramos hacer con nuestras vidas. Las personas que se rindan, por el simple hecho de la flojera, las considero personas débiles que no son capaces de seguir luchando por sus sueños, pero cuando tienes un sueño tienes que perseguirlo hasta el final, hasta conseguirlo.
Este es un gran cuento del que hay que aprender mucho, hay que aprender de la ranita joven, luchadora, con mucha fuerza de voluntad, y sobre todo muy paciente.
La vida, te pone a prueba cada día, y lo que nunca hay que hacer es venirse abajo, sentir que ya no hay nada más que hacer y tirar la toalla, pues esta sería la peor decisión tomada nunca.
Cada día es una prueba, una prueba que hay que pasarla como hizo la ranita joven, una prueba donde cada persona tiene que ser la más luchadora, la más fuerte y la que más fuerza de voluntad ha de tener. Si en la vida hiciéramos todos como la ranita mayor, ¿ Que sería de nosotros? Todos muertos, vencidos, por no seguir con las adversidades que nos encontramos día a día? No, para nada podríamos acabar así. Si algo te enseña este cuento, es que tienes que ser lo suficientemente fuerte para seguir a delante y llegar a tu meta, ya que siempre puede pasar, que la leche se convierta en mantequilla. Pues así con cada aspecto de tu vida.
Este cuento habla de dos ranitas que tal como solian hacer, estaban una tarde dando un paseo cuando de repente al dar un salto cayeron en un balde con leche. Al principio no se daban cuenta de la gravedad del asunto pero cuando decidieron salir y vieron que no podían empezaron a preocuparse. Las dos nadaban fuertemente para intentar salir pero la mayor empezó a quejarse de que estaba cansada y que lo mejor era rendirse, la pequeña la animaba y le decía que no se rindiera que continuara nadando. Pasaba el tiempo , cada vez estaban mas cansadas y la ranita mayor no paraba de quejarse mientras que la pequeña nadaba y nadaba. Mas tarde, la rana mayor acabo rindiéndose y ahogándose en la leche. La rana pequeña cada vez mas cansada tenia grandes tentaciones de parar pero con un ultimo esfuerzo nadó con todas sus fuerzas y la leche se convirtió en mantequilla solida en la que pudo impulsarse y salir.
Este cuento principalmente nos enseña que no debemos rendirnos, por muy cansados que estemos de luchar, por muy difícil que parezca la situación, aunque nos digan una y otra vez que no podemos, tenemos que confiar en nosotros mismos y salir adelante sin rendirse.
Por otra parte podemos sacar como moraleja que no tenemos que ser tan negativos, y en vez de bloquearnos buscar una solución y confiar en que saldremos adelante. Muchas veces los problemas no los arreglamos no porque no podamos si no porque realmente no lo hemos intentado o porque no hemos puesto todo nuestro empeño en él.
Este cuento viene muy bien a los estudiantes, para decirles que por mucho que les cueste, que crean que no pueden con un curso o con una asignatura, con esfuerzo, ganas y positivismo se consigue lo que se quiera.
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