HACIA LA FILOSOFÍA DESDE LA DIVERSIÓN Y HACIA LA DIVERSIÓN DESDE LA FILOSOFÍA
Etiquetas:
La verdad es que a menudo por las mañanas lo hago cada vez que me levato para ir a oscuras por el pasillo a algún sitio, pero apagué la luz de mi cuarto y estuve dando vueltas por mi habitación pero me dio susto y encendí la luz un par de veces. Se siente desconocimiento al no saber lo que es, pero no hay que sentirse uno cobarde por sentirlo y expresarlo así. Al no ver nada, en verdad sentí miedo a lo desconocido aunque en mi interior me dí cuenta que por ese lugar he pasado una y otra vez y que tengo el plano del sitio en mi cabeza grabado desde siempre, pero sentí ese pincho en el corazón que te avisa de que algo te da miedo y no lo controlas.
Diciéndolo de otra manera, te sientes como si caminases en la nada, en la oscuridad, atravesando niebla, eso que nos da tanto terror, como pasar por un túnel que al final no tuviera ninguna luz y corriéramos y corriéramos para alcanzarla.
Nuestros pensamientos se disparan y pensamos en muchas cosas a la vez, quizá en cosas de las que no sabríamos explicarlas con claridad el por qué, pero están ahí y aparecen. Pensamos en lo que perderíamos si andaremos eternamente y sin rumbo por un túnel oscuro y desconocido. No me imagino vagando eternamente por la oscuridad porque me superaría y me entraría una ansiedad para encontrar la salida que no la podría soportar en verdad. La verdad es que se reflexiona mucho durante esta experiencia y verme andar con las manos levantadas usando el tacto para saber lo que nos rodea, es una experiencia muy interesante y graciosa para mí.
Con esta experiencia me he identificado totalmente con mi abuelo que está ciego desde hace muchos años y que no me ha visto nunca. No sé si el verá la oscuridad siempre o si ve tanta claridad que lo ve todo oscuro. A veces lo observo porque es increíble que a su edad pueda saber en que parte de la casa está e ir hacia ella paso a paso y sólo con el tacto pueda identificar cada cosa.
Sin este sentido sería muy complicado salir adelante y yo tengo la certeza que me costaría mucho adaptarme a este tipo de vida en la oscuridad.
A veces cuando me levanto por las mañanas rápido para ir al instituto, en mis ojos aparecen cositas negras que por unos momentos me impiden la claridad. Este fenómeno, me provoca desconcierto ya que al pillarme de improviso y quedarme por un segundo ciega, experimentas que el mismo cuerpo te pide que te tranquilices y relajes, avisándote de que vayas más despacio.
También se puede sacar la conclusión de que durante toda tu vida vives momentos en los que atraviesas un túnel oscuro que crees que no puedes salir, pero al final del camino hay luz y sales del paso. Pero tienes que estar al tanto para que no te vuelva a ocurrir. Yo creo que todo tiene su luz y que tras algo malo hay algo bueno. De esta experiencia no se me ocurre más para comentar sólo que esta experiencia la hemos vivido todos alguna vez y ha sacado cosas del interior de nosotros que ni algunos saben que tenemos, cosas positivas claro y negativas también porque con el miedo metido dentro del cuerpo a veces reaccionamos de una forma un tanto inusual.
Otra experiencia relacionada es caminar de noche por la calle y no escuchar nada. Aquí al estar al aire libre se experimenta desconocimiento y al caminar bajo las estrellas, una libertad especial. Es también una experiencia que te hace pensar en la suerte que tenemos de no estar solos en el mundo y tener a alguien a nuestro lado de alguna manera siendo nuestra luz y guiándonos en los en que no vemos y cuando nos sentimos desorientados en un camino de oscuridad nos acompañan para llevarnos a la luz.Todos tenemos miedo a algo,distintas cosas pero en muchas ocasiones,a la que todos hemos he tenido alguna vez miedo ha sido a la oscuridad.Casi todas las personas cuando hemos sido unos niños o niñas,es decir,en nuestra infancia seguro que cuando nos íbamos a dormir poníamos en el enchufe de al lado de nuestra mesita de noche un pequeño pilotillo de luz para que no hubiera una oscuridad absoluta en nuestro cuarto.
En cierto modo por mi parte eso se convirtió en una costumbre porque en realidad no soy de esas que tienen un gran miedo a la oscuridad pero eso sí,no me gusta nada es que no es exactamente lo que se dice miedo,es solo que en muchas ocasiones no gusta,te parece muy incómodo estar a oscuras,sin saber por dónde te diriges,que hay detrás,a tu derecha,a tu izquierda,que puede parecer..uf lo odio.En pocas ocasiones he andado en la oscuridad plena creo que más o menos sentiría lo que he puesto anteriormente y en cierto modo no me he equivocado pero tampoco he hacertado totalmente.Lo voy a explicar a continuación.
Esta experiencia la hice aproximadamente más o menos hace una semana,salí con mis amigas por la tarde a dar un vueltecilla en mi pueblo y volví a mi casa sobre las ocho y media.No era muy tarde pero claro ya en invierno a las siete ya es de noche,total acompañe a sus casas a dos de ellas pero la casa de mi abuela (donde yo dormí aquel día) está bastante a las afueras del pueblo y la verdad es que no es un pueblo de esos grandes y habitados como la Zubia o Churriana por ejemplo,son de esos pequeñitos que están llenos de gente en verano pero solitarios cuando llega el otoño y el invierno….la verdad que con solo andar de noche te impone un poco ya de por sí porque eso de ir por las calles y no haber nadie impone un bastante.Bueno sigo por donde iba,hubo un momento en el que claro tuve que seguir sola,ellas viven por abajo y bueno el camino tampoco era largo,tenía que subir una cuesta y luego girar a la izquierda, empecé a subirla..puf..estaba muy oscuro y no gustaba nada pero lo que más cosilla me daba era el silencio,había un silencio que realmente te incomodaba bastante.MUCHO.A pesar de que no era muy tarde no se oía nada es que parece un pueblo fantasma en serio ni pajarillos cantando,ni niños ni nada de nada,tenía un sensación que no me permitía parar solo ir cada vez más deprisa,caminaba con pasó rápido sin mirar atrás y la verdad no me imaginaba que la maldita cuesta fuera tan grande y encima solo había dos farolas y como son de bajo consumo o algo así no son bombillas blancas eran amarillas y daban un reflejo anaranjado como si hubiera fuego y eso no ayuda,al contrario empeora la situación,me estoy acordando y es que parecía una peli de miedo.Miraba para todos lados menos para atrás no sé porqué pero lo peor es lo que pueda aparecer a tus espaldas porque si alguien viene por el frente es diferente ¡lo ves! Pero atrás no sabes lo que se te viene.En realidad yo sabía que era muy poco probable que viniera alguien detrás de mí,el camino no era largo y la casa de mi abuela estaba cerca pero estaba deseando de llegar ya en serio que agobio.
Total que de esta experiencia he conseguido sacar una gran moraleja: EN LA PRÓXIMA OCASIÓN QUE ME ACOMPAÑE ALGUIEN A MI CASA.Lo digo muy en serio yo no voy sola más hasta la casa de mi abuela y es que yo creo que era miedo,pero no miedo de ese intenso sino en menos potencia por así decirlo pero miedo al fin y al cabo.
Yo pienso que hay diferentes miedos y que debemos intentar superarlos pero también creo que otros por mucho que lo intentes no se pueden vencer.
FILOSOFIESTA por Fernando López Acosta se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
© 2024 Creado por Fernando López Acosta. Tecnología de